Se reactivó la pesca, con el pejerrey y la laguna La Soraida como protagonistas
(Por Juan Manuel Speerli) Después de la habilitación del gobierno de Santa Fe a partir de un decreto que entró en vigencia el viernes 2 de julio, la laguna La Soraida de Villa Cañás volvió a recibir pescadores y de esa manera se reactivó la pesca deportiva y recreativa en la región. La situación sanitaria debido a la pandemia del Covid-19 paralizó la actividad por casi un año y medio –salvo algunos períodos en los que se retomó-, pero desde su habilitación las expectativas son buenas. “Estamos contentos porque muchas familias volvieron a trabajar”, coincidieron dueños de pesqueros, guías y referentes del sector. Cabe resaltar que momentáneamente la pesca se habilitó para el ámbito departamental, es decir que La Soraida solo está recibiendo pescadores del Departamento General López. “Esperamos que de a poco se abra aún más”, indicaron.
Con la decisión oficial retornó el movimiento en los cuatro pesqueros de esta laguna que se encuentra a poco más de 10 km del centro de la ciudad: Rovea, El Rancho, La Calle y La Cortada. “Si bien estamos trabajando con capacidad reducida, por lo menos pudimos volver –señaló Bruno Zvicer, propietario del Pesquero Rovea-. Es muy importante sobre todo para las familias que pudieron volver a trabajar ya que hay mucha gente que desde marzo a noviembre lo tienen como una fuente principal de ingresos”. Zvicer hacía mención a los fileteros, los vendedores de carnadas, los dueños de hospedajes, guías de pesca, los encargados de bajar embarcaciones como así también de lavarlas.
La lucha por la apertura
Alertados de que la pesca se encontraba habilitada en otras provincias, representantes santafesinos realizaron manifestaciones en todo el territorio provincial para pedir por su habilitación. “Hablé con el senador Lisandro Enrico, quien elevó un pedido al gobernador para que se habilite la pesca. Tanto él como la diputada nacional Lucila Lehmann nos dieron una mano y estamos agradecidos”, contó Diego Goapper, titular y guía del Pesquero La Calle. “A raíz de los reclamos simultáneos en la región, Rosario, Santa Fe y Reconquista, se formó una asociación de guías de pesca, por lo que vamos a integrarla para seguir luchando por nuestro trabajo”, agregó.
Pasión por el pejerrey
Para esta época del año la pesca del pejerrey se transforma no solo en un hobby para los fanáticos sino en una fuente de trabajo muy importante. En este sentido Bruno Zvicer destacó que el hecho de que la pesca haya estado inhabilitada por la pandemia –algo que comprendieron por la situación sanitaria, sobre todo con la segunda ola-, de alguna manera fue una “buena noticia para la laguna ya que hoy cuenta con una buena cantidad de ejemplares”.
Es una de las mejores lagunas del país para la pesca del pejerrey. De hecho, durante los últimos años fue motivo de visitas de los principales medios televisivos y gráficos para registrar “el buen pique” en este espejo de agua de alrededor de 6.000 hectáreas. De seguir mejorando la situación en cuanto a la baja en los contagios, confían en que la actividad vaya repuntando y puedan recibir a pescadores de todo el país, como ocurría antes de la pandemia, especialmente provenientes de la provincia de Córdoba, Buenos Aires y Capital Federal. “Somos optimistas de que se pueda abrir a todo el territorio nacional. El retorno a la actividad fue bueno teniendo en cuenta la situación actual, aunque los números no sean los mejores ya que sin pandemia se embarcaban más de 100 lanchas por pesquero durante los fines de semana y feriados. Estamos contentos de poder comenzar paulatinamente con la actividad”, describió el guía Juan Renna.
Un atractivo que moviliza la actividad comercial
Con la apertura de la pesca la laguna La Soraida empezó a convocar a pescadores locales y de la región que van en busca de excelentes ejemplares tanto en la modalidad embarcado como de costa. Durante la temporada del pejerrey en los últimos años pre pandemia, Villa Cañás se convirtió en un centro turístico importante para el sur santafesino. El boom de la pesca generó un aumento sostenido de las plazas en los hoteles y las casas de alquiler durante las últimas temporadas antes del coronavirus, como así también el crecimiento del comercio y la gastronomía –sector hoy castigado por la pandemia-.
La situación epidemiológica marcará el rumbo de las decisiones que vengan desde arriba para una actividad regida por ciclos. De no mediar restricciones restan varios meses de pesca garantizada y ese es el deseo de quienes trabajan y la practican.