Una opinión desde el psicoanálisis
Se reinstaló la idea del "enemigo interno" en la previa electoral
El concepto de "ellos o nosotros", la falta de confianza en el Estado y la salud mental asociada a los derechos humanos en la reflexión de una profesional santafesina.
(Por Nancy Balza) - Pasaron los dos debates presidenciales, este año con la novedad de que las dos instancias (el 1 y el 8 de octubre) sumaron temas propuestos por la comunidad. En el primer caso el eje votado por la gente fue Derechos Humanos, tema que dejó varias interpretaciones y abrió un nuevo debate social y, por supuesto, político en el marco de la lectura que hicieron las y los candidatos sobre la última dictadura cívico-militar: el candidato libertario habló de "guerra" y de una cifra de desaparecidos que ubicó en 8.753, bien lejos de la cifra establecida de 30 mil.
Mónica Niel es psicoanalista y desde esa perspectiva analizó este punto del debate presidencial, que se concretó el primer día de octubre en Santiago del Estero.
Mónica Niel, psicoanalista. Crédito: Archivo/Flavio Raina
Antes, aludió al clima de incertidumbre que se vive en el país "al punto que creo que el próximo presidente va a surgir de a quién le tengamos menos miedo, lo cual es terrible". En esa línea, sostuvo que "en las últimas presidencias había gente que tenia esperanzas en quien asumiera. Y ahora lo que predomina es votar al que le tenemos menos miedo".
Para la profesional, esta situación habla del clima de "incertidumbre e indefensión" que atraviesa el electorado. "La gente se siente indefensa respecto de a quienes deberían protegerlo, cuidarlo o darle cierta seguridad", concretó.
Una "disyuntiva falaz"
Particularmente grave resulta para Niel la actualización del concepto de enemigo interno que "en la época de la dictadura derivaba en un 'son ellos o nosotros' y 'para cuidar nuestros derechos, el otro no tenía que tener ninguno'". "Me parece que ahora se instala desde otro punto de vista, por ejemplo, de la seguridad: como estamos inseguros y nos roban en la calle, todo vale. Tendríamos que armarnos, vale linchar a un ladrón…".
"Es un discurso que sostiene gente honesta y trabajadora que dice 'si vienen y te roban, hay que matarlo'. Esta idea del enemigo interno se ha vuelto a instalar y es gravísima: significa pensar que la idea de la seguridad ha sido tomada fundamentalmente por la derecha y los derechos humanos por la izquierda", insistió.
Para Niel resulta claro que esa es una "disyuntiva falaz", porque "los derechos humanos los tenemos que defender todos y nos tiene que defender a todos".
En este punto señala que el sujeto de la ley de Salud Mental, tanto la nacional como la provincial (que, en definitiva, defienden el derecho de los usuarios), es el mismo sujeto de los derechos humanos: "Todas las instituciones, la familia y el Estado mismo deben estar al servicio de defender a los más débiles. Pero hay una falta de confianza muy grande en que el Estado cumpla esa función y entonces salen propuestas como que lo que hay que hacer es destruir al Estado". "Qué vamos a hacer? ¿Salir todos armados a defendernos?", observa.
"Detrás de la discusión sobre derechos humanos está la salud mental: el sujeto de la salud mental es el sujeto de los derechos humanos", sostuvo la especialista.
- Es un modelo en el que "son ellos o nosotros".
- Ese es el concepto de enemigo interno: son ellos o nosotros. Entonces, para defender nuestros derechos, el otro no tiene que tener ninguno y esto es gravísimo.
- Si se observa semejante nivel de agresividad incluso entre algunos de los candidatos a Presidente, la gente puede pensar que está habilitada para seguir esa conducta. Este "no me importa el otro" se está percibiendo mucho entre la comunidad.
- Creo que, en realidad es gente muy agredida y no defendida. Es un sálvese quien pueda porque nadie me está defendiendo y va de la mano de esta idea del enemigo interno. Está instalado que el problema de la educación, que hay que tomar seriamente pensando cómo defender y jerarquizar la institución pública, es culpa de los paros docentes. En un escenario donde padre y madre trabajan y no hay donde dejar a los chicos cuando no tienen clases, un paro crea un trastorno importante. Entonces, quedó instalado que los docentes le generan problemas a la sociedad si hacen una medida de fuerza cuando, en realidad ese es un derecho. Después podemos hablar de si se pueden pensar en otras medidas y nos podríamos preguntar si no sería mejor que los padres y docentes se unan para pelear por una mejor escuela.
Mientras tanto, la clase media ha sido ganada hace ya tiempo por las escuelas privadas con el argumento de que no hacían paro y la escuela pública se ha ido pauperizando.
- El tema salud y el de salud mental no estuvieron en ninguno de los dos debates. ¿No es un campo sobre el que es necesario debatir?
- Está detrás de otros temas. Detrás de la discusión sobre derechos humanos está la salud mental: el sujeto de la salud mental es el sujeto de los derechos humanos.
En la época de la dictadura se instaló la idea de que, para estar a favor de los derechos humanos, tenías que estar a favor de ERP y Montoneros, lo cual es una falacia. Además, se planteaba que estaban los militares por un lado, y ERP y Montoneros por el otro; se peleaban y morían pero es mentira: los guerrilleros desaparecidos son una cifra mucho menor en el marco de los 30 mil. Lo que se oculta de ese modo es que acá se secuestró, se violó, se mató, se tiró vivo al río a un montón de gente. Fue terrorismo de Estado, cuando es el Estado el que debe ser el garante del cumplimiento de los deberes y la protección de los derechos de toda la comunidad.
En este momento el estado de derecho es el que te garantiza la salud mental de la población. Dicho de otra forma, no puede haber salud mental sin Estado de derecho.
Entonces, aunque no se tome puntualmente, el tema de salud mental está presente cuando se habla de derechos humanos.