Sebastián Uranga: “Tomé una decisión que va en contra de los libros”
“Sebita” Uranga, hijo del recordado exjugador que fuera tres veces campeón de la Liga Nacional y que disputó tres Mundiales con la selección argentina, tiene muchas cosas de su padre. Y no solo su amor y su pasión por el básquet, también su temperamento y templanza a la hora de hablar. Además de su determinación a la hora de tomar una decisión. Justamente el joven de 32 años acaba de tomar una importante en su carrera y es, ni más ni menos, que cumplir con una promesa: volver a vestir la camiseta del club que lo vio nacer, Centenario de Venado Tuerto.
La historia comenzó hace varias décadas, cuando Sebita era muy chico y Sebastián padre se encontraba jugando todavía. Su Venado Tuerto natal fue el lugar en el cual el menor comenzó a dar sus primeros pasos en el básquet y el club Centenario fue quien lo albergó.
Las vueltas de la vida y su carrera deportiva lo llevaron a jugar por distintos puntos de la Argentina e incluso en Brasil. Pero ahora volvió a su casa, a su primer amor. Hablamos con él sobre esta situación y los aspectos importantes de su llegada a Centenario, equipo en el que ya disputó dos partidos, con una derrota y un triunfo.
El club de a poco está resurgiendo, hace algunos años se vendió el estadio para que en el lugar se construyera un supermercado y la institución dejó, entre otras cosas, de tener básquet. Luego, algunas personas, a pulmón, hicieron un estadio nuevo en la sede principal.
“Hay mucha gente que no puede creer que venga a jugar acá. Hay amigos que me llaman y me dicen que no saben si felicitarme o no y les digo que sí, que me tienen que felicitar porque en 32 años es una de las pocas decisiones que tomo convencido y con el corazón y sin pensar tanto en lo que hay que hacer”, comenzó Sebita y enseguida agregó: “La decisión que tomé va en contra de lo que dicen los manuales de los deportistas de buscar siempre el mejor lugar, las mejores condiciones, los mejores sueldos. En mi vida tomé muchas decisiones porque las tenía que tomar y no porque las quería tomar. Hoy tomo una decisión valorándome más a mí como persona que como deportista y me di cuenta de que es por acá”.
La situación actual de la institución, según sus propias palabras, es la siguiente: “Entró un grupo de dirigentes nuevos, son jóvenes que cuando yo era un nene y venía al club, eran los que jugaban en las categorías superiores. Imaginate que para mi verlos jugar en ese momento era como ver a LeBron James. Eran un gran grupo de chicos. Después empecé a jugar con ellos, a compartir más cosas y cuando me tocó irme del club, prometí que iba a volver. Pero iba a volver activo, no todo roto. Durante mi lesión, cuando hablé con los chicos de Venado, mostraron mucho interés, hicieron un esfuerzo económico muy grande para jugar un Asociativo, yo también hice un esfuerzo económico grande, y dijimos, el momento es ahora”.
Sobre la función que tendrá en la institución, además de jugar, nos comentó: “La idea es hacer un trabajo que exceda lo estrictamente deportivo. No solo voy a ir a jugar, voy a ir a hacer un trabajo social. Tienen un grupo de chicos interesantes y la idea es que esos chicos del club hagan también tareas sociales dentro y fuera de la institución. Charlas con especialistas sobre educación sexual, adicciones, igualdad de género, entre otros temas importantes de actualidad”.
“Yo me recibí en Relaciones Públicas y después hice un posgrado sobre bioneuroemoción. Entonces eso, sumado a que tras mi última lesión me di cuenta de que pasás de ser un tipo que jugás al básquet y sos importante mientras servís; cuando te lesionaste dejás de existir. En ese momento, en mi caso, aparecieron muchas personas de mi club, de Venado Tuerto y ahí me di cuenta de muchas cosas”, dice Uranga.
No suele ser una decisión habitual en jugadores que están con sus carreras activas y con vida útil aún como profesionales. Sobre esta situación, dijo: “Creo que los deportistas corremos una carrera tratando de llegar a un lugar que no existe. Queremos ganar más plata, queremos ganar más títulos y en realidad lo más importante es lo que le podemos dejar a las personas. Hoy por hoy, para mí, es más importante poder ir a Venado Tuerto, a mi club, a compartir con chicos que probablemente no tengan una referencia del profesionalismo o no tengan un contacto con algún jugador profesional, y yo pueda darles algo. Quiero dejarle algo al club que me dio tanto, que me formó durante mi niñez y mi adolescencia”.
Sebi, con amigos profesionales y con gente conocida y relacionada al básquet, estuvo estudiando distintas situaciones y sobre estas cosas nos comentaba: “En Argentina, según estudios realizados, el porcentaje de chicos que comienzan a jugar al básquet de pequeños y que de grande lo siguen haciendo, profesionalmente o no, es ínfimo. El grado de deserción es gigantesco. Ese porcentaje bajo que sigue jugando y que en algunos casos llega al profesionalismo, tiene la atención de muchas personas, pero el resto, los que no siguen, es el grupo con el que yo quiero trabajar porque quiero que sean buenas personas, que aprendan valores, que el club les enseñe cosas que le sirvan para su vida cotidiana”.
Tras la última lesión en el hombro mientras jugaba en Unión de Santa Fe la Liga Argentina, Uranga tuvo el alta en diciembre del 2021, pero no volvió a jugar de manera profesional, “La verdad es que desde que me dieron el alta, tuve varias ofertas en Argentina. Tuve más de las que yo pensé que podía llegar a tener, lo cual me pone muy contento. Uno de los que me buscó fue Estudiantes de Concordia y me costó muchísimo decirles que no, porque les tengo mucho aprecio a todos ahí”.
Además comentó que a mitad de año, cuando finalice la temporada europea, armará las valijas para partir al viejo continente: “La idea de ir a Italia surgió antes de la pandemia. Mi hermana se movió, armó toda la carpeta con la documentación para hacer la ciudadanía y la idea era conseguir un equipo allá, irme con ella y hacer todos los trámites. Por la situación sanitaria no pudimos. Nos íbamos a ir cuando yo terminara la temporada, pero me pasó lo de la lesión en el hombro así que ella se fue sola. Es mi tercer intento, espero que sea el definitivo (risas)”.
Fuente: Básquet Plus