Sequía golpea a las cooperativas: baja operatoria de acopio de cereales
Desde el sector cooperativo santafesino trazaron un duro diagnóstico sobre el impacto de la sequía en la economía de pueblos y ciudades de la provincia. Según un informe sobre el estado de las economías regionales que elaboró Coninagro, el escaso ingreso de cereal a los acopios del sector cooperativista anticipa dificultades financieras para los productores. “La situación es crítica y se profundiza día a día, es por eso que queremos anticiparnos a lo que será uno de los peores ciclos productivos del siglo XXI”, alertó el integrante de Consejo Asesor Regional (CAR), Lucas Magnano.
“Las cooperativas, este año prácticamente sin operatoria de acopio de cereales, están con rentabilidades muy bajas y altos costos por inflación lo que genera situación de quebrantos. El productor que acude a su cooperativa por ayuda para refinanciar sus pasivos está prácticamente con bajo capital de trabajo, un panorama incierto y poca ayuda crediticia”, resumió el consejero de Coninagro, Alberto Candelero. Al respecto, argumentó que las pocas hectáreas de trigo que lograron cosecharse tuvieron rindes inferiores a los normales y muchas de ellas fueron destinadas a pastoreo con hacienda. Y los lotes de maíz, cultivo que debería estar en estado de floración, las plantas están secas, sin perspectivas de cargar grano y en estado de desastre. “No hay reservas de alimentos (pasto), de silos picado fino y de granos para los animales en general (vacas de tambo, novillos, invernada, etc.). La producción está pasando por una situación extrema”.
Al respecto, el consejero Lucas Magnano lamentó que “el Gobernador de la provincia hasta el momento hizo oídos sordos a nuestros pedidos de audiencia” ante un escenario de ” extrema sequía que afecta y afectará a todas las producciones situadas en la provincia”.
Al respecto, consideró que las lluvias por debajo de la media en los últimos años impactan en todas las producciones, desde el algodón del norte hasta la soja del sur. Pasando por los tres cinturones hortícolas, la ganadería de carne y de leche, pasturas, girasol, maíz, sorgo, legumbres, fruticultura, miel, pollos, huevos, cerdos y toda actividad productiva del campo. “La situación es crítica y se profundiza día a día, es por eso que queremos anticiparnos a lo que será uno de los peores ciclos productivos del siglo XXI”, alertó.
Magnano dijo que la entidad se propone no solo evitar la pérdida de productores, sino también “evaluar alternativas para que los habitantes del territorio provincial tengan herramientas para superar esta crisis”.
Leche y carne
El informe sostiene que la cadena láctea, tanto en Santa Fe como en Córdoba, “la situación es crítica”. Situación por la cual se envió una nota a las autoridades nacionales con la preocupación por la sequía, la intervención del estado con el dólar soja y la suba de alquileres lo que hace un impacto de la suba de entre el 15% al 20% de los costos de la leche, además de la suba general de costos, baja de precios internacionales y programa de precios justos.
Javier De la Peña, de la Junta Intercooperativa de Productores de Leche, comentó que para los primeros seis meses del 2023 la reserva de pastura es de muy mala calidad. “Faltarán reservas para el año con bajo rendimiento de esas pasturas y falta de alimentos para las vacas. En caso de que no llueva antes de febrero ya no hay posibilidad de gestionar reservas lo que determina un problema serio para la cadena”.
Por su parte, la situación de la ganadería bovina termina con una foto de un año complicado en Santa Fe: estancado y con mucha incertidumbre. “Para el productor la carne vale lo mismo en pesos que hace cinco meses atrás con una inflación que avanza a otro ritmo, lo que complica la situación”, afirmó el consejero Felipe Tavernier.
La sequía está pegando fuerte “con un impacto solo comprendida por los afectados, generando una sobre oferta por mayores ventas ante la falta de receptividad en los campos y altos costos de los alimentos”. Empeora la situación que el consumo interno no tracciona, con salarios deteriorados, poca capacidad de compra y la imposibilidad de convalidar aumentos a pesar de que el precio de la carne en mostrador tuvo aumentos muy inferiores a la inflación.
Para la ganadería bovina, Coninagro consideró una situación de desastre en algunas zonas principalmente en la pampa húmeda, el litoral, Chaco, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. “Hace cerca de 30 años que no se observaba este fenómeno; creemos que los gobiernos deben trabajar en un plan estratégico para las emergencias, con una ley de seguro integral agropecuario. Estamos necesitando financiamiento con una ley impositiva justa para todos”, comentó Gonzalo Alvarez Maldonado representante de Coninagro en la Mesa de Carnes.