Homenajes en Diputados y en Senadores
Siguiendo los pasos de Francisco I, el Congreso eludió "la grieta" por unas horas
En la Cámara baja quedó en pausa por una semana la investigación por el caso de la criptomoneda. En la Cámara alta se suspendió el debate por Ficha Limpia hasta el 7 de mayo. Ambas se reunieron para reconocer el legado de Francisco.
La semana que está por finalizar arrancó con una noticia conmovedora para cristianos y no cristianos: la muerte del papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, el primer pontífice latinoamericano.
Avanzó con un escenario de cierta calma política partidaria, a partir del duelo de 7 días que dispuso el gobierno nacional en los que se suspendieron campañas electorales (aunque no los cruces mediáticos) y actividades oficiales.
En el Congreso Nacional, la pausa se vivió con claridad. El martes fueron cuatro horas de tregua en la Cámara de Diputados y el jueves poco más de tres en el Senado.
En ambos escenarios se dispusieron sendas sesiones, con acuerdo de todos los bloques, para rendir homenaje al papa argentino de quien se reconoció todo aquello que en estos tiempos parece estar en disputa: la búsqueda del diálogo y el consenso, la opción por los pobres, la defensa del medio ambiente, la aceptación de quien es diferente, el lugar igualitario para las mujeres y la voluntad de pacificación y encuentro antes que la confrontación.
La bandera a media asta, una de las disposiciones que emergen del decreto que estableció el duelo nacional, fue izada en Diputados y en el Senado, como en cada repartición pública del país. También hubo un minuto de silencio.
Luego, quienes lo conocieron mucho antes de que fuese ungido Papa, quienes lo visitaron como amigos o en plan protocolar en el Vaticano, aquellos que compartieron una relación cercana en el Buenos Aires natal de Jorge Bergoglio y quienes supieron, de primera mano, de su cercanía con los más necesitados, rindieron su propio homenaje.

En la Cámara baja
En Diputados hubo exposiciones de todos los bloques y aplausos respetuosos entre unos y otros, de quienes se declaran personas de fe y de aquellos que reconocen en Francisco un líder espiritual y político.
Allí fue Natalia Zaracho, ex cartonera y diputada nacional desde 2021, la encargada de cerrar las exposiciones de su bloque, Unión por la Patria, con un emotivo (aunque "no nostálgico") reconocimiento hacia un Begoglio que "iba a Constitución a dar misa a los recolectores", y siempre "estaba al lado de los más pobres, de los jubilados, de los excluidos".
Antes, Julio Cobos (Mendoza- UCR) recordó la intervención de Bergoglio en pleno conflicto con el campo; Yolanda Vega (Salta-Innovación Federal) destacó el compromiso del Papa con el medio ambiente y sus advertencias sobre los efectos del cambio climático, que plasmó en la encíclica Laudato Si' (2015), junto con Fratelli Tutti dos de los documentos que varios legisladores pidieron que sean leídos en las escuelas.
En línea con los últimos dichos del presidente Javier Milei, para Santiago Santurio (Buenos Aires-LLA), Francisco fue "el argentino más grande de la historia".
Eduardo Valdés (CABA-UxP), de gran cercanía con Bergoglio, se reservó uno de los homenajes más conmovedores, al recordar el rol del argentino para mediar en contiendas internacionales.
Natalia Sarapura (Juuy-Unión Cívica Radical) recordó que Francisco "le pidió perdón a los pueblos indígenas reconociendo el genocidio y poniendo luz sobre la riqueza de esa cultura".
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También el santafesino Roberto Mirabella (Santa Fe-Defendamos Santa Fe) habló de "un Papa cercano a los no creyentes, reconocido por tras religiones, que de entrada desacralizó el papado", a la vez que recordó su paso por la ciudad de Santa Fe como maestrillo en el Colegio de la Inmaculada. Todo eso para concluir que "los dirigentes políticos no supimos tener un Papa argentino".
Ese, junto con algún cruce y mínimos reproches, fue un denominador común en las exposiciones que terminaron, en varios casos, con la pregunta que quedará sin respuesta: ¿Por qué el Papa no volvió a su Argentina natal?
"Creo que no supimos construir el puente que lo traiga a su tierra. Y eso nos tiene que pesar. Espero que a futuro esto sea una lección para todos y todas. Perdón Francisco", interpretó Santiago Cafiero (Buenos Aires-UxP).
Ý aportó Pablo Juliano (Buenos Aires-Democracia para Siempre): "Nuestras miserias nos hicieron incapaces de poder recibirlo, de prepararle la mesa. Dejamos pasar el tren de la historia, nos privamos de vibrar en otra frecuencia, incapaces de abrazarnos aun en nuestras diferencias".
"Sabiamente por no tomar parte de ninguno para que ninguno de nosotros termine utilizando su visita", interpretó Cristian Ritondo (Buenos Aires-PRO).
Rodrigo De Loredo (Córdoba-UCR) se preguntó "qué nos habrá pasado que no pudo volver, cuándo lograremos que el éxito individual se convierta en el éxito colectivo de su gente".

En la Cámara alta
El Senado sesionó el jueves después de las 10.30 y no hubo, en cambio, aplausos luego de cada intervención.
La sesión fue presidida por Victoria Villarruel, quien resultó abucheada el lunes a la noche, a la salida de la misa que se ofició en la Catedral Metropolitana en honor al papa Francisco. El hecho estuvo presente, a modo de crítica hacia quienes protagonizaron las manifestaciones, en algunos de los discursos.
Beatríz Avila (Tucumán PJS) recordó, sin dar nombres, que "los que lo odiaban y se fueron de boca, terminaron respetándolo". El santafesino Marcelo Lewandowski (Santa Fe-Frente Nacional y Popular) considero que "la opción por los pobres es dignificar a la persona a través del trabajo y el estudio".
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Claudia Ledesma Abdala (Santiago del Estero-Frente Nacional y Popular) recordó, con particular emoción, la canonización de Mama Antula, la primera Santa argentina (y santiagueña) de la historia.
También en el Senado sobrevoló la misma reflexión acerca de un argentino que no volvió a su país. Flavio Fama (Catamarca-UCR) se preguntó "por qué no hemos podido honrarlo en vida y todavía lo seguimos juzgando por si era peronista o progresista, si vino o no a la Argentina. Qué nos pasa que tenemos esa enorme dificultad de honrar a nuestros principales próceres".
Parte de la respuesta llegó con Martín Losteau (CABA-UCR), cuando advirtió que "el argentino más importante para el resto del mundo", "acá fue victima de lo que combatió: la grieta". "Cada uno juzgaba a Francisco en función de los gestos que tenía con el otro lado de la grieta sin entender que había pasado a jugar en otras ligas y no en nuestras minucias".
Esa grieta quedó de lado al cierre de la sesión, cuando se aprobó un proyecto conjunto y consensuado para expresar las condolencias por la muerte el primer (quizás el único) Papa argentino.
La semana que viene y la siguiente, cuando vuelvan al Congreso los temas que incomodan a oficialismo (criptomoneda) y oposición (Ficha Limpia), será otra historia.