Sin chances de un dólar agro: por la sequía no hay legumbres para exportar
Los productores de legumbres no tienen chances de beneficiarse del tipo de cambio diferencial de $300 que establece el llamado “dólar agro”. La razón es sencilla: la cosecha 2022 de lentejas y arvejas se perdió por completo a causa de la sequía. Por lo tanto, las empresas comercializadoras no disponen de stock para comercio exterior.
Así lo explicó a Campolitoral Sergio Di Pego, presidente de la firma Don Elio, productora, acopiadora, envasadora y exportadora de legumbres, radicada en Coronel Domínguez, departamento Rosario. “Las pérdidas fueron totales en lenteja y arveja, al menos en la provincia de Santa Fe, que es donde se cultiva más del 80%”, resumió.
“El invierno de 2022 nos dejó con las manos vacías”, dijo, como corolario de una sucesión de años secos. La falta de agua “hizo que en algunos campos no se pueda sembrar; y donde se pudo no alcanzamos a levantar nada”.
El empresario relató que están respondiendo a sus clientes con el stock disponible de campañas previas. “Estamos manejándonos con cosechas anteriores que tenemos estoqueadas en nuestros silos“. Y remarcó: “obviamente no estamos exportando para garantizar lo poco que queda en el mercado interno“.
También comentó que el garbanzo, que se produce principalmente en Salta y Córdoba y se cosecha en diciembre, “lo poco que se cosechó la gente lo va a usar para hacer semilla este año”. Incluso los porotos, que ya tuvieron dificultades el año pasado en el NOA, también están sufriendo la sequía, por lo que se anticipa que “habrá poca cantidad” cuando llegue la cosecha en dos o tres meses.
Di Pego añadió que la menor disponibilidad de mercadería se produce en la antesala del invierno, época en la que crece considerablemente la demanda de estos productos. “El invierno no empezó y estamos viendo que en la góndola ya están faltando algunos de estos productos”.
En este contexto, comentó que la política comercial de su empresa es garantizar el abastecimiento de su clientela, en detrimento de oportunistas. “No tenemos negocios de volumen, sino que tratamos de racionar; no aceptamos compras especulativas, vamos repartiendo lo que tenemos para poder balancear la mercadería con el correr de los meses para poder terminar el invierno”.
Sobre el beneficio del dólar agro, Di Pego dudó de que algún exportador cuente con un remanente de mercadería exportable. “Hoy están vendiendo en el mercado interno y no se benefician con el dólar agro, porque no hay cantidad como para exportar“. Y subrayó: “no tiene sentido sumarse al programa si no hay mercadería para exportar”.
En su caso, el comercio exterior es una unidad de negocio que le permite trabajar a la mayor capacidad instalada. “Cuando se detiene una pata queda un porcentaje de la empresa sin facturar y ya se debilita el ingreso, y la estructura es muy costosa”, explicó. Y carecer de mercadería para exportación “cambia totalmente la ecuación”.
Según sus cálculos, trabajando al 75% de la capacidad las empresas del rubro ya dan pérdida. Don Elio “hoy está en 70/75% de su capacidad; la empresa subsiste, nada más”.
Mientras tanto, las perspectivas para la campaña 2023/24 no terminan de despejarse. Sigue faltando agua en el suelo y eso pone ansiosos a los productores de la región. “Hoy por hoy si debiéramos sembrar no podemos porque no hay humedad“, dijo Di Pego, por lo que están esperando lluvias para programar las siembras de lentejas y arvejas en junio y julio. “Si no se corrige la humedad del suelo en lo que queda de abril-mayo se va a complicar la siembra”, anticipó.