(Por Juan Manuel Fernández) – La conjugación de una baja en el precio internacional, el desdoblamiento cambiario y una confusa situación en torno a “dólar agro” para las economías regionales tienen en jaque a los productores apícolas, que este año consiguen para su cosecha precios menores que los de 2022, situación insostenible ante una inflación anual que supera el 120%.
Sin “dólar agro” para la miel, los apicultores reciben precios de quebranto
“En la temporada anterior vendimos la producción 21/22 más o menos en $650 el kilo y hoy ofrecen $400/450”, dijo a Campolitoral Diego Bessone, apicultor con sede en Freyre, provincia de Córdoba, que maneja alrededor de 3.000 colmenas. En su estructura, afirmó que el costo de producción ronda los $500 el kilo. “Estamos trabajando por debajo del costo”, aseguró.
En las últimas semanas se viralizó un video que filmó en su planta de acopio, en el cual muestra unos 300 tambores de la cosecha 22/23 -aproximadamente 90 toneladas de miel- que decidió no vender.
Con 30 años en la actividad, dijo, “me han tocado vivir situaciones de mejor o peor precio, pero lo de este año es irrisorio”. Por eso prefirió tomar un crédito para cubrir los gastos de cosecha a la espera de una recomposición del valor de su producto. “Porque es impensado quedarte dos años sin vender miel, con todos los costos que esto significa”, explicó.
La respuesta que Bessone recibe de los exportadores es que el mercado internacional está saturado y bajó el precio de la miel; además de las denuncias por dumping que cerraron el mercado de EE.UU.
Pero, aclaró, lo que más incide es la brecha cambiaria entre el dólar oficial, al que se liquidan las exportaciones, y el libre. “Esa diferencia hace que nuestra miel esté directamente por el piso; no se puede vender a valores irrisorios”, insistió.
Según el productor, hoy el precio de exportación de la tonelada de miel serían unos u$s 3.200, aunque cuando él quiso realizar la venta directa al exterior consiguió u$s 2.800 como valor más alto (FOB). A partir de ahí, “lo que llega al bolsillo del productor es una moneda que no nos cierra”.
Desde el sector exportador, una fuente confirmó a este medio valores internacionales a la baja, motivo por el cual -dijo- “no estamos comprando” miel. Vale decir que se trata de un mercado que no cuenta con índices de precio. “Hace 2 años debería haber bajado; la guerra de Ucrania lo demoró; va a bajar un año más”, estimó. Y, al igual que Bessone, consideró que “el problema mayor es el tipo de cambio distorsionado”.
Al ser consultados por el “dólar agro”, que rige hasta fin de agosto para las economías regionales, ambos actores del negocio afirmaron que no se aplicó. Pese a que en el marco de la Resolución 138/23 de la Secretaría de Agricultura Nacional, con fecha 17 de abril, en el anexo se incluye la posición arancelaria de la miel (0409.00.00) en el listado de productos que deben liquidarse a un tipo de cambio diferencial. Hasta el 24 de julio el “dólar agro” fue de $300, pero a partir de ese día (tras la publicación del decreto 378/2023) pasó a ser de $340.