Sindicatura avisó que el Geriátrico Santa Fe no podrá continuar
Aunque para esta semana se aguardaban novedades positivas en cuanto a la continuidad del Geriátrico Santa Fe, el concejal Pablo Rada confirmó esta tarde a Sur24 que hasta el momento se habían visto frustradas las expectativas de conformar una cooperativa de trabajo entre los ex empleados de la institución, para lo cual necesitaban contar con, al menos, dos tercios de la nómina del personal registrado. El propio edil justicialista había declarado una semana atrás a este medio su optimismo en un final feliz, en primer lugar ante la buena predisposición de la jueza María Celeste Rosso y el síndico de la quiebra, Luis Carletta.
Además, el martes último se había realizado un auspicioso encuentro con la presencia, en el geriátrico de avenida Santa Fe al 600, del director provincial de Economía Social, Emprendedorismo y Agricultura Familiar, Guillermo Tavernier; la responsable local de Anses, María Cristina Gómez y varios ex empleados. Sin embargo, todas las gestiones que se habían emprendido desde entonces resultaron infructuosas y hoy la continuidad del emprendimiento, aun con otra denominación y otros administradores, luce mucho más difícil.
Con cierta sorpresa ante las declaraciones terminantes de Carletta, dado que se esperaba un mayor plazo para constituir la cooperativa de trabajo, Rada admitió que “no se pudo lograr hasta ahora la aprobación de los dos tercios de los ex empleados que la ley exige para posibilitar el salvataje del emprendimiento, un objetivo que nuestro grupo de trabajo considera prioritario para resguardar la fuente de trabajo de 35 personas y también en busca de conservar la única institución de la ciudad habilitada por el PAMI para el hospedaje de las personas de la tercera edad que requieren una atención especializada”.
También explicó el edil que si bien la Provincia ofreció un cargo para un médico responsable del geriátrico, la profesional que se venía desempeñando opuso reparos. “Vemos que surgen diversos inconvenientes en los actores directamente involucrados, que no consiguen ponerse de acuerdo, cuando desde afuera son todos apoyos para la continuidad. Nosotros vamos a seguir gestionando, tanto en la ciudad, como José (Freyre) en la Provincia; aunque todo se complicó, haremos todos los intentos que estén a nuestro alcance para defender esas fuentes laborales y que esos abuelos puedan permanecer en un espacio adecuado para garantizar una calidad de vida digna”, sintetizó Rada.
Sin embargo, más allá de las buenas intenciones, hoy la situación es sumamente delicada, porque al no poder constituirse la cooperativa, resulta irremediable la caída del convenio con la obra social de los jubilados, y entonces el emprendimiento se vuelve inviable en lo económico. Para colmo ya se había alejado más de la mitad de las personas alojadas en unas pocas semanas desde el estallido del conflicto y la declaración de la quiebra.
Como siempre, el hilo se corta por lo más delgado, y los más perjudicados son los abuelos, que tendrán que ser trasladados a otro ámbito en caso de un cierre definitivo, y del personal, que sufrirían serios problemas para cobrar las indemnizaciones, dado que el geriátrico funcionaba bajo el formato legal de sociedad de responsabilidad limitada (SRL) y se sospecha que no hay bienes suficientes para cubrir las acreencias laborales derivadas del proceso de quiebra.