Condenado
Sometió a su hija durante 29 años, y tuvo con ella 5 hijos a los que crió como nietos
Una historia signada por la violencia fue expuesta durante el juicio a un sanjavierino de 73 años, en el que las declaraciones de su esposa, su hija y su hija/nieta mayor fueron fundamentales.
(Por Ornella Pazzi) - Un secreto familiar del que nadie hablaba, siquiera puertas adentro, fue “blanqueado” entre los propios miembros de una familia sanjavierina mientras ampliaban la denuncia contra el “patriarca” que, borracho y enojado, había amenazado con una cuchilla a su exesposa porque había permitido que “la negrita” se fuera. Se refería a su hija de 36 años, a quien desde los 8 sometía sexualmente y controlaba de forma constante.
Esta semana se llevó a cabo en los tribunales santafesinos el juicio al hombre, actualmente de 73 años, acusado por haber proferido amenazas a su exesposa y su hija, y cometido en reiteradas oportunidades abusos sexuales agravados en perjuicio de esa misma hija. Este jueves, el tribunal compuesto por los Dres. José Luis García Troiano, Sebastián Szeifert y Nicolás Falkenberg, condenó J.F.C. a 20 años de prisión.
Las declaraciones de la exesposa, la hija -que no tiene un vínculo biológico con el acusado, sino que él le dio el apellido y la crió desde los 3 años-, y la mayor de los 5 hijos que la mujer tuvo con el acusado producto de los abusos sufridos durante casi tres décadas, sumadas al testimonio de la profesional que realizó las pericias genéticas, fueron fundamentales para reconstruir la historia familiar ante el tribunal.
“Valentía y coraje”
Si bien los relatos expusieron que los abusos comenzaron cuando la víctima era pequeña, a juicio se llevaron tres hechos puntuales, cometidos entre 2008 y 2016, los que resultaron en los últimos tres embarazos de la mujer. Por estos, y por la amenaza a su exesposa, fue condenado de forma unánime. La investigación estuvo a cargo del fiscal Francisco Cecchini, quien acudió al juicio junto a su colega Guillermo Persello, mientras que J.F.C. contó con la asistencia técnica de los abogados particulares Nicolás Díaz Álvarez y Facundo Kieffer.
La víctima “relató con mucha valentía y coraje cómo comenzó a ser abusada en 1992 cuando ella iniciaba la escuela primaria, y contó que el último ataque fue horas antes de la detención del condenado en 2020”, señaló el fiscal.
“Las agresiones fueron cometidas de forma sistemática en una vivienda de San Javier bajo graves amenazas. Para que su hija no hablara con otras personas sobre lo ocurrido, el condenado la amedrentaba con armas y le aseguraba que estaba en condiciones de quitarles la vida a ella y a otros integrantes de la familia”, resaltó el funcionario del MPA. Los hechos se dieron “en un contexto de violencia de género física, verbal y psicológica” y “menoscabaron la dignidad, la integridad y la seguridad personal de las víctimas”.
“30 años de calvario”
El develamiento de esta historia de violencias y sometimiento tuvo su punto inicial en agosto de 2020, cuando el hoy condenado amedrentó con un facón a su expareja, lo que motivó la intervención de la policía.
“La denuncia por esa amenaza fue clave, porque mientras la mujer contaba en la Comisaría de la Mujer lo que había ocurrido minutos antes, su nieta –e hija de la víctima de los abusos– brindó información de los ataques sexuales que desde hacía años se venían dando en la familia y que nadie se animaba a contar”, destacó el fiscal, explicando cómo se dio inicio a la investigación.
De hecho, el silencio puertas adentro era tal que la joven se dio cuenta de que su madre era abusada por su abuelo, y de que tanto ella como sus cuatro hermanos eran hijos de él, sacando conjeturas y observando lo que sucedía en el día a día. Desde que podía recordar, su abuelo tenía el dominio de todo lo que su madre hacía, no le permitía salir de la casa ni tener contacto con otras personas, mucho menos con hombres. Sin embargo, la mujer seguía quedando embarazada.
Al momento de denunciar, la joven expuso ante las autoridades todas sus sospechas, que fueron confirmadas por su madre. “Este es un caso paradigmático en el que el mayor esfuerzo lo hicieron las propias víctimas y los testigos. El mérito es de ellas”, remarcó Cecchini, “todo lo que se pudo conocer en el juicio fue gracias a los testimonios de la mujer abusada, de su madre amenazada y de su hija mayor de edad”.
“Desde la fiscalía trabajamos mucho, no sólo técnicamente, sino también para acompañar a la familia”, explicó. No obstante, “la mujer abusada tuvo el coraje y la valentía de exponer detalles de su vida completa ante el tribunal ya que, tal como lo definió ella misma, fueron casi 30 años de un calvario”.
Absolución
Además de ser condenado por “amenazas coactivas” y “abuso sexual con acceso carnal agravado, reiterado”, J.F.C. fue absuelto por un hecho de “amenazas” y otro de “abuso sexual con acceso carnal”. Para conocer los detalles de esta decisión hay que aguardar a que el tribunal dé a conocer sus fundamentos.
Prisión
J.F.C. llegó al juicio en prisión preventiva, la cual había sido morigerada a domiciliaria por su edad y estado de salud. Esto fue revocado por el tribunal, que dispuso que hasta que la condena adquiera firmeza, el hombre permanezca tras las rejas.