Stella Maris Cutro: hoy, la noticia sos vos
Stella Maris Cutro (75) es de las pocas personas que se conocen en el sur provincial con una pasión particular: el amor por la historia de la tierra que la vio crecer. Así, desde fines de la década del 70 es quien junto a Segundo “Chiche” Novelino, cuidan y graban en papel las memorias de la localidad de Sancti Spiritu.
Es docente jubilada, fue comerciante y hoy tiene un emprendimiento con la nieta donde elaboran chocolates artesanales. Es una de las tantas “Abuelas Cuenta Cuentos” que hay en Santa Fe y participa de talleres de narrativa siempre que puede. Lectora voraz, se confiesa enamorada de las novelas policiales y de suspenso.
“A los 13 años, llegué de San Eduardo para asistir al Colegio Secundario. Desde entonces nunca más me fui. Al tiempo, mis papás también se instalaron ahí para ponerse al frente del Club Social y vivimos en esas mismas instalaciones durante 18 años”, recordó.
Desde 1976 a 1982 fue secretaria en la Comuna, durante la gestión de Eriberto Bossio. Luego trabajó como profesora en el secundario, donde conoció este mundo que la acompaña hasta hoy y que la une permanentemente a la comunidad. “Mi relación con la historia surgió en 1982 cuando el gobierno de Santa Fe organizó el primer congreso de historia de los pueblos de la provincia. Ahí fuimos con María Cristina O’Callagan y Graciela Ricci porque nos plantearon escribir la historia del pueblo. Querían un trabajo con fundamento”, contó.
Luego, siguió trabajando en equipo con O’Callagan, profesora de historia y geografía jubilada. “Siempre me acompaña y me da una mano. Se acuerda de muchas cosas. Tiene una memoria privilegiada. Después, yo vuelco todo eso en la computadora”, remarcó.
También, destacó que tiene presente y usa muchas cosas que recopiló “Chiche”, incluso toda su obra ya forma parte del archivo de la biblioteca: “Me lo dio en una caja, lo estuvimos ordenando y ya lo entregamos para que quede a disposición del pueblo”, remarcó.
Inmortalizando recuerdos
Entre sus investigaciones y trabajo de campo más recordados, se encuentran los que hizo sobre dos ex combatientes locales que estuvieron en la Guerra de Malvinas y los que no llegaron a combate. También se enfocó en recuperar la historia de un militar que fue parte de la tripulación del crucero General Belgrano antes del conflicto bélico.
“Recuerdo haber escrito la historia del hospital, pero a través de la vida de una de las primeras enfermeras que por ejemplo fue pionera en atender los partos. Resolvían precariamente todo tipo de problemas. Eso me llamó la atención”, explicó.
Luego siguió con la recopilación de material sobre los Bomberos Voluntarios, el Colegio Secundario, Club Sportivo y la biblioteca. Fuera del rubro institucional, valora haber contado parte de la vida de Roberto Ponce: “Fue un gran jugador de ajedrez y un gran maestro. Comerciante, tuvo que luchar con un defecto físico que le dejó el tifus. En los años 60 el ajedrez era furor. La biblioteca era el centro de la enseñanza. Iban al club social y competían en los pueblos de alrededor”, detalló.
Y agregó: “Me queda armar la Historia del Club Belgrano antes de que lleguen a sus 100 años. Lleva tiempo porque no podemos escribir la historia porque sí. Tiene que tener un basamento real, con datos. Sin libros y sin documentación no escribo nada. No es escribir lo que a mí me parece. De ser así, pongo una observación”.
Ahora
Actualmente, Stella está desgranando los años de la Parroquia “Santa Teresita del Niño Jesús” e incluso quedó maravillada con un dato: posiblemente exista un cofre enterrado bajo el edificio religioso con datos precisos de su inauguración.
“Yo tenía información de una posible piedra basal. Hay un libro anterior donde cuentan que hay una urna enterrada con los datos fundacionales de la iglesia. Dicen que está en el inicio de la escalinata que se encuentra en la entrada al templo, justo al medio, derecho al altar”, describió.
Cutro ya había participado en un trabajo similar cuando la iglesia cumplió sus primeros 40 años, en diciembre de 1981. Se armó una comisión de festejos y hubo un primer intento de narrar los hechos que tienen a la comunidad religiosa local como protagonista, pero no prosperó. “El nuevo sacerdote que está ahora apunta a organizar los archivos de la iglesia. Me va a llevar bastante tiempo terminarla. Hay mucha lectura previa”, aclaró. “Después de la iglesia habría que seguir con la capilla de Pueblo Nuevo. No hace tanto que está funcionando”, amplió.
Finalmente, admitió: “Me hubiese gustado escribir en 1982 cuando todavía vivía la hija de Juan Bautista Demarchi, que fue el primer presidente comunal de Sancti Spiritu. Me hubiese gustado que me cuente su historia, porque era un inmigrante italiano, ebanista. Cómo vino a parar a este pueblo. Buscamos datos, pero no encontramos”.