Preocupación en la industria
Taborda: "La caída de la producción alcanzó porcentajes históricos"
El presidente de la Unión Industrial de Santa Fe dijo que en nuestra región las empresas manufactureras tuvieron retrocesos de entre el 20 y el 60 por ciento. Destacó la actitud y la relación que mantiene con los gobiernos municipal y provincial.
Por Gabriel Rossini
El presidente de la Unión Industrial de Santa Fe, Alejandro Taborda, dijo que la caída de la producción en las empresas industriales de la región está en un rango de entre 20 y 60 por ciento, valoró el llamado al diálogo y expresó su apoyo a la convocatoria del gobierno nacional a los gobernadores para iniciar el camino de un acuerdo y se mostró esperanzado de que esta convocatoria al final llegue a un consenso amplio que incluya al sector productivo.
"Tenemos esperanzas de que el ajuste feroz que estamos padeciendo llegue a su fin", dijo el titular de la UISF, al tiempo que se mostró de acuerdo en discutir una serie de temas que vienen pidiendo los empresarios industriales como la modernización del régimen laboral, las políticas impositivas y la desburocratización de la actividad productiva.
- ¿Cómo está hoy el sector industrial de la región?
-Teniendo en cuenta el contexto del que veníamos, con un default privado como no recordábamos que haya pasado antes, con empresas sin pagar a sus proveedores del exterior por seis meses, con un 200 por ciento de inflación, un desorden monetario y financiero importante y, sobre todo, muchas dificultades para acceder a los insumos necesarios para seguir produciendo, llega este gobierno respaldado por la esperanza de la gente y la necesidad de un cambio, de que algo había que hacer. No había que ser especialista para saber que había que empezar a ordenar las variables, empezar a controlar la emisión monetaria, recomponer reservas, una posible devaluación y controlar la inflación. Lo que nunca podíamos prever era la velocidad y la crudeza con que se tomaron ciertas medidas, que desembocaron en una caída histórica de producción y ventas que afecta a las pymes, los jubilados y la clase media. Estamos esperanzados en que este tremendo sacrificio que está haciendo una parte de la población sirva para algo y sea la base para implementar un plan económico que incluya al sector productivo. Estamos convencidos de que en estas condiciones exportar es casi imposible, salvo el caso de los productos primarios; que veremos en los próximos meses si la devaluación de diciembre, que perdió mucho de su impacto, sirve para que los productores liquiden las ventas al exterior, como el gobierno está esperando. Y este control de la emisión monetaria que ha producido una aspiración de dinero importantísima, con tasas de interés positiva y el precio del dólar atrasado, sabemos cómo lamentablemente impacta en el comercio y la construcción.
-El presidente habló mucho de los temas financieros, de limpiar el pasivo del Banco Central, pero casi no habló del sector productivo. ¿Creen que eso es un olvido temporal o que es una cuestión secundaria en su gobierno?
-Nosotros no teníamos muchas esperanzas respecto a que haya políticas productivas, pero si las teníamos respecto a que implementara una baja de impuestos, la simplificación tributaria y burocrática, la regularización del comercio exterior, en fin, sacarle la pata de encima a las empresas. El plan de Milei tenía cosas a favor y en contra del sector productivo, lo que no preveíamos es que iban a continuar todas las políticas que complican a la producción, sobre todo a la exportación. Por suerte no prosperó la idea de aplicar retenciones a la exportación de productos industriales, porque era como extenderles un certificado de defunción. Tampoco el freno que produjo la suspensión de la obra pública, sobre todo en la producción de acero con las consecuencias que estamos viendo como la paralización de Acindar. Cuando uno tiene un problema financiero en la fábrica, un gerente con un Excel lo acomoda rápidamente: sube los precios, despide gente, no les paga a los proveedores y no hace mantenimiento. Por unos meses lo podés hacer, pero pasado un tiempo si aumentaste los precios no vendés, si despediste gente o no le pagás lo que corresponde te hacen paro, si no le pagás a los proveedores no te entregan insumos y si no hacés mantenimiento se te empieza a romper todo. Lo que quiero decir es que son recetas que pueden aplicarse por un tiempo muy acotado, que terminan mordiéndose la cola. Porque al frenar tanto la actividad producís una baja importantísima de recaudación, que en muchos casos es superior al ajuste que implementaste.
-Decís que las exportaciones no alcanzan para compensar lo que no se vende en el mercado interno. ¿Eso es porque el tipo de cambio está atrasado?
-Hoy está difícil exportar, porque el tipo de cambio no te ayuda, porque el impuesto PAIS te saca de competencia, porque los precios de los insumos que necesita un industrial para producir cuestan tres veces más que en el mercado internacional. Hoy el país está otra vez caro en dólares, lo cual hace que la competitividad que tuvimos a partir de la devaluación de diciembre ya la perdimos, desde los restaurantes hasta los industriales.
"Hoy está difícil exportar, porque el tipo de cambio no te ayuda, porque el impuesto PAIS te saca de competencia, porque los precios de los insumos que necesita un industrial para producir cuestan tres veces más que en el mercado internacional"
-El gobierno puso mucho énfasis en que normalizó el comercio exterior. ¿Es así?
-En este tema el gobierno tomó una buena medida, que fue la regularización de las deudas de hasta U$S 500 mil que las pymes tenían con proveedores del exterior en tres cuotas. Esos dólares están y se está cumpliendo. Hoy las empresas están avocadas a regularizar sus deudas, pero no están haciendo nuevas operaciones, porque con las regulaciones que se implementaron lo que se compra se termina de pagar a los 120 días y hay proveedores que no quieren hacer una operación en esos términos. Por esta razón creo que todavía no se produjo una avalancha de importaciones, pero cuando se regularice el comercio exterior la vamos a tener, si se mantiene esta apertura total con un dólar bajo. Y será un nuevo problema para el sector productivo, porque no es la primera vez que ocurre y ya sabemos los resultados.
- ¿También puede atribuirse a una caída en el consumo?
-Si, hoy las empresas en nuestra región tienen una caída de producción y ventas de entre el 20 y el 60 por ciento, que además están en línea con los relevamientos de Fisfe, la CAME y la UIA, que muestran caídas que no se veían desde 2001, a excepción de la pandemia.
- ¿Esta caída de la producción ya se refleja en el empleo?
-Si y hasta principios de año lo destacábamos en los informes. Hoy no hay despidos masivos, pero sí suspensiones y adelanto de vacaciones. Pero también hay una caída en las expectativas de los industriales para hacer nuevas inversiones e incorporar nuevos empleados. En los informes que hacemos en la UISFE y los de Fisfe veíamos el último trimestre de 2023 y el primero de 2024 muy complicados, pero con todas las empresas con expectativas de crecimiento y nuevas inversiones para el segundo semestre de este año. Hoy y como consecuencia de las decisiones tomadas por el gobierno nacional, las expectativas se postergaron y son negativas para todo el 2024.
-Con el mercado interno deprimido ¿Cuál es la salida que ven?
-Desde la Unión Industrial de Santa Fe tenemos tres estamentos estatales a los que recurrir: el municipal, el provincial y el nacional. Vemos una marcada diferencia tanto del intendente de Santa fe como del gobernador. No recuerdo haber escuchado a un intendente haberle dado a la industria la importancia que le dio Juan Pablo Poletti en el discurso de apertura de las sesiones en el Consejo el miércoles. Además de reclamar por toda la infraestructura necesaria para producir, puso a la industria como un actor social importante en la ciudad y la región como un creador de empleo de calidad y de contención de los problemas que tenemos de educación y seguridad, entre otros. Y en la provincia se reconoce y destaca al sector productivo, se pone en valor su importancia hasta para generar los ingresos fiscales que el gobierno necesita y se enfatiza la necesidad de apoyo que necesita la industria para crecer, tanto sea de educación como de incentivos. Pero tenemos un gobierno nacional que está en contra de estos principios y que incluso va en contra con el recorte de partidas que son necesarias que repercuten en la provincia.
"En la provincia se reconoce y destaca al sector productivo, se pone en valor su importancia hasta para generar los ingresos fiscales que el gobierno necesita y se enfatiza la necesidad de apoyo que necesita la industria para crecer, tanto sea de educación como de incentivos".
- ¿Le comunicaron algo sobre los aumentos de la energía previstos para estos meses?
- Tenemos la esperanza de que el ajuste feroz que estamos padeciendo sirva de base para lanzar un plan económico que tenga en cuenta a la producción, la construcción y el comercio para apuntalar la recuperación de Argentina. Sin embargo, cuando vemos que una pyme afrontó el aumento brutal de los combustibles, el de los alquileres y, contra todo pronóstico, de los impuestos, los incrementos salariales que no dejan conforme a nadie porque lo que podemos recomponer no les alcanza para vivir a los trabajadores, enfrenta una caída de la actividad de entre 20 y 60 por ciento y ahora tarifas que se van a multiplicar por 4 o 5 evidentemente tenemos una ecuación que va a producir masivos cierres en el sector comercial, que es el más rápido de desarmar, para seguir con las pymes industriales y las grandes empresas.