Creador de Burkina Faso
Thomas Sankara: el visionario que marcó la historia de África
Tras la irrupción en la escena internacional del actual presidente interino, Ibrahim Traoré, muchos vieron en él la resurrección del líder que modernizó el antiguo Alto Volta y le dio el nombre de inspiración autóctona que perdura con fuerza hasta hoy. Aquí brindamos un repaso de su figura, sus ideales y la traición que los truncó.
Por Ignacio Andrés Amarillo
En un artículo anterior relatamos la irrupción en la escena internacional de Ibrahim Traoré, presidente interino de Burkina Faso, en la cumbre Rusia-África realizada entre los días 28 y 29 de julio pasados en la ciudad de San Petersburgo. El fuerte tono antiimperialista del capitán, su juventud y su cierre con la consigna "Patria o muerte" trajeron a la memoria a Thomas Sankara, el líder revolucionario que convirtió Alto Volta en Burkina Faso, fue conocido como "El Che Guevara africano" -no sólo por la célebre frase- y terminó asesinado por su ex impulsor Blaise Compaoré, quien se preocupó por revertir buena parte de sus políticas.
El nacimiento de un revolucionario
Thomas Isidore Noël Sankara nació el 21 de diciembre de 1949 en Yako, Alto Volta (hoy Burkina Faso). Desde una edad temprana, mostró un fuerte compromiso con la justicia y la equidad. Después de graduarse de la escuela militar en Francia, Sankara regresó a su tierra natal y se convirtió en un oficial de las Fuerzas Armadas de Alto Volta. Su ascenso en las filas militares le dio una plataforma desde la cual comenzaría a moldear el destino de su país y del continente africano en su conjunto.
Al mejor estilo del Che Guevara. Thomas Sankara prefería usar una boina con estrella y un uniforme militar. Una vez asumido el poder, vivió ascéticamente, con pocas posesiones y manteniendo un salario mínimo. Archivo El Litoral
Un golpe de Estado organizado por Blaise Compaoré contra Jean-Baptiste Ouédraogo hizo a Sankara presidente el 4 de agosto de 1983, a la edad de 33 años. El golpe de Estado fue apoyado por Libia que estaba en ese momento, al borde de la guerra con Francia en Chad. Sankara lideró un golpe de Estado exitoso que derrocó al presidente y una vez en el poder, asumió el cargo de presidente y cambió el nombre de su país a Burkina Faso, que significa "La tierra de los hombres íntegros". Este cambio de nombre reflejaba su visión de un país que rompía con su pasado colonial y se levantaba con dignidad y determinación.
Sankara inició una serie de reformas radicales destinadas a erradicar la pobreza, la corrupción y la desigualdad en Burkina Faso. Implementó políticas agrarias que promovían la autosuficiencia alimentaria, lanzó campañas masivas de vacunación y alfabetización, y promovió la igualdad de género. Su gobierno también expropió tierras de terratenientes y las redistribuyó entre los campesinos, lo que desató tensiones con los intereses establecidos.
Un líder carismático
Thomas Sankara era conocido por su estilo de vida modesto y su rechazo a la ostentación. Se desplazaba en bicicleta en lugar de vehículos lujosos, vivía en una casa sencilla y redujo su salario a un nivel igual al de los funcionarios públicos comunes, a la vez que alentaba a sus ministros y altos funcionarios a hacer lo mismo, lo que le ganó el respeto y el apoyo de la población.
Simbología revolucionaria. Escudo de Burkina Faso entre 1984 y 1991, con una azada cruzada y una AK-47, en alusión a la hoz y el martillo. Se completaba con el lema "Patria o muerte, venceremos" en idioma francés. Gentileza
Paralelamente tuvo un impacto significativo en la escena internacional, entre otras cosas porque abogó por la cancelación de la deuda africana y fue un crítico feroz del neocolonialismo y la explotación económica de África por parte de potencias extranjeras. Su discurso en la ONU en 1984, donde acusó directamente a las naciones occidentales de saquear África, dejó una impresión duradera.
Derechos de las mujeres
"No hay verdadera revolución social sin la liberación de la mujer", afirmaba el líder de Burkina Faso. Y agregaba: "La revolución y la liberación de la mujer van unidas. No hablamos de la emancipación de la mujer como un acto de caridad o por una oleada de compasión humana, es una necesidad básica para el triunfo de la revolución. Las mujeres ocupan la otra mitad del cielo". Su gobierno incluyó a un gran número de mujeres, una política sin precedentes en África Occidental.
Sankara tomó medidas revolucionarias como prohibir la mutilación genital femenina (o ablación), el matrimonio forzado y la poligamia, o nombrar a mujeres en altos cargos gubernamentales; también las alentó a trabajar fuera de casa y a quedarse en la escuela aunque estuvieran embarazadas. También promovió la planificación familiar, la anticoncepción y alentó a los maridos a ir de compras y a preparar comidas para experimentar por sí mismos las condiciones a las que se enfrentaban las mujeres.
Revolución popular
Sankara era claramente un revolucionario, inspirado por otros procesos revolucionarios como la Cuba de Fidel Castro y el Che Guevara. Sentía también gran admiración por Jerry Rawlings, el líder militar de Ghana. Como presidente promovió la "Revolución democrática y popular" (Révolution démocratique et populaire, o RDP). La ideología de la revolución fue definida por el mismo como antiimperialista en un discurso el 2 de octubre de 1983, el Discours d'Orientation Politique (DOP), escrito por su socio Valère Somé. Su política estuvo orientada a la lucha contra la corrupción, promoviendo la reforestación, combatiendo la hambruna, y haciendo de la educación y la salud las principales prioridades nacionales.
Un año después, explicaba: "Nuestra revolución en Burkina Faso se basa en la totalidad de las experiencias del hombre desde el primer aliento de la humanidad. Queremos ser los herederos de todas las revoluciones del mundo, de todas las luchas de liberación de los pueblos de África. Sacamos las lecciones de la Revolución estadounidense, La Revolución francesa nos enseñó los derechos del hombre. La gran Revolución de Octubre trajo la victoria al proletariado e hizo posible la realización de los sueños de justicia de la Comuna de París". Para que no quedaran dudas, el escudo del país, desde 1984 hasta 1991, llevó una azada cruzada con una AK-47 (una alusión a la hoz y el martillo) con el lema "La Patrie ou la mort, nous vaincrons": "Patria o muerte, venceremos".
La traición de Campaoré
El tiempo de Sankara en el poder fue efímero. El 15 de octubre de 1987, un golpe de Estado liderado por Blaise Compaoré lo derrocó y asesinó, junto a varios de sus colaboradores cercanos. Compaoré asumió la presidencia y gobernó durante casi tres décadas antes de ser derrocado en 2014, en medio de protestas populares. El golpe ha generado diversas teorías y especulaciones a lo largo de los años. No obstante, se pueden identificar varias razones principales que explican por qué Compaoré orquestó el golpe de estado que condujo a la muerte de su ex protegido.
Diferencias políticas e ideológicas: a medida que el carismático presidente implementaba reformas radicales en Burkina Faso, incluida la expropiación de tierras de terratenientes y la nacionalización de sectores clave de la economía, surgieron tensiones políticas e ideológicas. Compaoré, quien era amigo cercano de Sankara y ocupaba altos cargos en el gobierno, puede haberse sentido incómodo con estas reformas y diferencias ideológicas.
Ambiciones de poder: Compaoré tenía ambiciones políticas propias y pudo haber visto en el derrocamiento de Sankara una oportunidad para consolidar su propio poder. Aprovechó su posición clave en el gobierno y en las fuerzas armadas para liderar el golpe de estado.
Presión externa: también se ha sugerido que Compaoré pudo haber enfrentado presiones internacionales o influencia de países extranjeros interesados en la estabilidad política de Burkina Faso. Algunos informes señalan que su toma de poder fue apoyada o al menos tolerada por actores externos.
Tensiones personales: a pesar de su amistad anterior, se especula que las relaciones personales entre Sankara y Compaoré podrían haberse deteriorado con el tiempo. Las desavenencias políticas y los choques de personalidad pueden haber contribuido a la ruptura entre los dos líderes.
El legado
Hoy en día, Thomas Sankara es recordado como un ícono del panafricanismo y la lucha contra la injusticia. Su visión de una África autónoma, justa y equitativa sigue siendo una inspiración para muchos líderes y activistas en todo el continente. Aunque su vida fue truncada prematuramente, su legado sigue vivo, y su influencia sigue motivando a las generaciones actuales a trabajar por un África mejor y más próspera. Su compromiso con la justicia social, la igualdad y la dignidad humana sigue siendo una inspiración para todos los que luchan por un mundo mejor.
¿"El Che Guevara africano"?
A Thomas Sankara se lo llamó "El Che Guevara africano" debido a varias similitudes notables entre su enfoque político y el del líder revolucionario argentino-cubano, Ernesto "Che" Guevara. Aquí delineamos algunas de las similitudes que han contribuido a la creación de esta comparación.
Ideales revolucionarios: tanto Sankara como el Che Guevara compartían una profunda convicción revolucionaria y una dedicación inquebrantable a la lucha por la justicia social y la igualdad. Ambos líderes estaban comprometidos con la causa de los pobres y marginados, y estaban dispuestos a tomar medidas drásticas para lograr un cambio significativo en sus respectivas regiones.
Estilo de vida modesto: ambos líderes adoptaron un estilo de vida modesto y austero mientras estaban en el poder. Sankara, al igual que el Che, rechazó la ostentación y vivió de manera simple, lo que les ganó el respeto de la población.
Críticos del imperialismo y el neocolonialismo: tanto Sankara como Guevara fueron críticos abiertos de la influencia de las potencias extranjeras en sus regiones. El Che luchó contra el imperialismo estadounidense en América Latina, mientras que Sankara acusó a las naciones occidentales de explotar económicamente África y de socavar su soberanía. Ambos abogaron por la independencia y la autodeterminación de sus respectivas naciones.
Lucha contra la corrupción y la desigualdad: ambos se enfrentaron a problemas crónicos de corrupción y desigualdad en sus países. Sankara implementó reformas radicales para abordar estos problemas en Burkina Faso, incluida la expropiación de tierras de terratenientes y la redistribución de la riqueza.
Enfocados en la educación y la salud: tanto el Che como Sankara enfatizaron la importancia de la educación y la atención médica para sus poblaciones. El líder africano lanzó campañas de alfabetización y vacunación masivas en Burkina Faso, mientras que Guevara promovió programas de educación y atención médica en Cuba y otros lugares.
Si bien estas similitudes existieron, es importante señalar que ambos líderes también tenían diferencias significativas en sus contextos políticos y enfoques específicos. Cada uno dejó su propio legado en la historia de la lucha por la justicia social, pero la comparación con el Che Guevara africano resalta la importancia y la influencia de Sankara en la historia africana y global.
Crítico de ese mote, el periodista ucraniano-chileno Oleg Yasinsky escribió: "Siempre que leo o escucho que al gran héroe de Burkina Faso, Thomas Sankara, le llaman el 'Che Guevara negro' o el 'Che africano', me indigno. Me indigno por el Che y por África. Hasta dentro de nuestro discurso antiimperialista logramos relegar al Continente Negro a un segundo plano. Así como a Fidel nunca se le llamó el 'Lenin latinoamericano', Sankara y otros grandes de África son autosuficientes y jamás necesitaron símiles o referentes primarios de otros continentes. Lo valioso del Che y de Sankara es que fueron únicos, cada uno como faro de su tiempo y de su lugar, ya que la maravillosa autenticidad de África y de sus pueblos no le hace envidiar ni genera la necesidad de imitar a nadie".