Tras algunas “advertencias”, los controles serán más rigurosos a partir del miércoles
Así como en la mayor parte del país, Venado Tuerto y la región (incluidas en la zona de alto riesgo o alarma epidemiológica) comenzaron desde la hora cero del último sábado una fase severa de cuarentena con suspensión de actividades y restricciones de circulación, que regirá hasta el domingo 30 de mayo inclusive (también sábado 5 y domingo 6 de junio), en busca de bajar el nivel de contagios de coronavirus y aliviar el tensionado sistema de salud.
El sábado amaneció desapacible, con lluvia persistente, bajas temperaturas y fuertes vientos. Mal tiempo que apenas mermó la actividad en el centro, donde la mayoría de los negocios (esenciales y no esenciales) abrió sus puertas como un sábado más, en colisión con el decreto que suspende las actividades comerciales, industriales, servicios, culturales, educativas, religiosas, turísticas, recreativas y sociales. Según la norma imperante, sólo pueden trabajar con normalidad los esenciales (alimentos, limpieza, farmacias, ferreterías, etc.) entre las 6 y las 18, en tanto que los rubros no esenciales deben hacerlo en igual horario a través de comercio electrónico y venta telefónica, con reparto a domicilio o retiro en el local.
No sorprendió el bajo acatamiento en Venado porque el viernes, antes de divulgarse el decreto de adhesión, ya se habían pronunciado públicamente el Centro Comercial e Industrial, la Cámara Regional de la Industria y Comercio Exterior (Cricex) y la Cooperativa de Parques Industriales (Copain), señalando su “desacuerdo” con el cierre total de las actividades que los involucran: “Creemos que no es viable volver a la situación del 20 de marzo de 2020”, sentenciaron, agregando que “nuestras industrias y comercios no están en condiciones de afrontarlo nuevamente, a pesar de las ayudas económicas que puedan ofrecer, las cuales no llegan a ser suficientes”. Y en el epílogo del comunicado conjunto recomiendan a sus asociados “continuar cumpliendo con todas las medidas sanitarias establecidas en sus protocolos”, en sutil invitación a la apertura. Incluso muchos de los negocios que trabajaron el sábado exhibían en su vidriera un cartel con el logo del Centro Comercial y la consigna “El comercio no cierra”.
Mientras tanto, el toque de queda a partir de las 18 se acata en mayor medida, favorecido por las noches frías y la inflexibilidad de los controles. Al cierre de esta edición se había reportado la aprehensión de nueve personas y el secuestro de un auto por hallarse en el espacio público fuera del horario permitido.
Una prueba piloto
La prueba piloto del primer día de restricciones no satisfizo, ni mucho menos, las expectativas del gobierno provincial, que debió hacer varios apercibimientos en comercios no esenciales. En esa misma mañana del sábado, en declaraciones radiales, el delegado regional del Ministerio de Seguridad, Sergio Maidana, aconsejó acatar las nuevas disposiciones a todos aquellos que no estuvieran exceptuados para evitar sanciones. Y sobre el mediodía distribuyó un comunicado advirtiendo que “los controles se realizarán en forma esporádica, respetando los derechos de los ciudadanos, pero observando que se cumplan las normas vigentes en resguardo de un derecho superior como es la salud de la población”.
“El personal actuante avisó que si insistían en la transgresión se labraba el acta y se pasaba a Fiscalía”, detalló Maidana. “Todos pueden trabajar, pero sin que los clientes ingresen en los locales, sino que deben adoptar las modalidades permitidas según el caso”, precisó, señalando que para hacer cumplir las disposiciones cuenta con los servicios de Policía Federal, Gendarmería, Guardia Rural Los Pumas, Policía de Seguridad Vial y la Unidad Regional VIII.
Por estas horas mucho se especula sobre la actitud que asumirán los distintos actores este miércoles, una vez superado el feriado largo. Es posible que las autoridades provinciales aprovechen estas 48 horas para persuadir a los referentes de las cámaras industriales y comerciales de que los ayuden a evitar la apertura en modo normal de fábricas y negocios, pero también tendrán que saber de antemano cómo proceder si persistiera la desobediencia.
Carta del Municipio
En un domingo de reuniones, el secretario de Desarrollo Productivo y Planeamiento local, Santiago Meardi, anticipó a Sur24 que “coordinamos controles con el Ministerio de Seguridad en los espacios públicos más concurridos, en los cuales también habrá personal municipal”. Además, reveló que es “muy posible” que la Municipalidad envíe hoy una carta a la Provincia “con varias solicitudes”, las cuales estarían ligadas a la prioridad de “mantener un equilibrio entre salud, trabajo y educación, siempre cumpliendo los protocolos en cada caso”. Y agregó: “No ignoramos los decretos, pero advertimos que si las restricciones se extienden, muchas empresas, comercios y cuentapropistas no lo soportarán, porque vienen de un año complicado, están endeudados y no se les puede exigir más esfuerzos”, acotando que el Estado local está haciendo lo suyo con la exención de todos los tributos municipales a los pequeños y medianos negocios afectados por la pandemia.
Comercio e industria
El presidente del Centro Comercial e Industrial venadense, Luis Pagnoni, confirmó a este semanario que el sábado “la gran mayoría” de los comerciantes había trabajado. “Ya no somos el Venado manso de otras épocas, la gente no está dispuesta a aceptar cualquier cosa que le impongan. A nuestra institución el decreto provincial llegó en las primeras horas del sábado, así que no había posibilidades de que no se trabajara”, justificó.
Y en cuanto a la conducta de sus colegas a partir del comienzo de semana, adelantó que “el lunes (por hoy) habrá reunión virtual de comisión directiva para hacer un balance del fin de semana y tomar posición sobre lo que viene”. Y agregó: “El clima está denso y sé que en Venado hay comerciantes pequeños a punto de cerrar por la crisis económica. No me animo a predecir qué va a pasar el miércoles, pero creo que algunos acatarán la medida y otros querrán abrir de todos modos. Tengo miedo a reacciones que terminen mal”, avisó Pagnoni. “Todos sabemos que el comercio y la industria no son foco de contagios, las propias autoridades lo reconocían y no nos van a convencer de lo contrario de un día para el otro”, sentenció.
“Sabemos que nos quieren poner en el rol de ‘malos de la película’, de los que sólo piensan en la economía y nos les importa la salud. Eso es falso. A nosotros nos importa la salud y lo demostramos en nuestros negocios, con la aplicación de los protocolos, pero también nos interesa el trabajo, porque no podremos subsistir si tenemos que cerrar quién sabe por cuánto tiempo, porque esto puede ir bastante más allá del 30 de mayo”, auguró el comerciante. De todos modos, Luis Pagnoni admitió como dato positivo que el comercio no esencial, que hasta el año pasado sólo contaba con la distribución a domicilio a través de la cadetería, hoy puede entregar la mercadería en la puerta del local al cliente en sus propias manos.
Por su parte, el presidente de la Cricex, Ariel Rasia, aclaró que la actividad industrial de los sábados siempre es mínima en la ciudad y habrá que esperar el miércoles para evaluar el comportamiento del sector. “Como Cricex seguramente vamos a emitir un comunicado este lunes instando a nuestros asociados a cumplir con las disposiciones e informando sobre las excepciones, como las industrias dedicadas a la producción para la exportación y las que operan con procesos continuos cuya interrupción implique daños estructurales en las líneas de producción y/o maquinarias”, especificó. “Cumpliremos con nuestra obligación institucional, pero estará en la responsabilidad de cada uno la actitud que asuma”, señaló. “Nos dicen que sólo serán tres días hábiles, pero muchos temen una inactividad más prolongada”, añadió. Además, en sintonía con Pagnoni, Rasia manifestó que los contagios dentro de las fábricas son mínimos en virtud de los protocolos sanitarios.
Distintas olas de la misma pandemia
El confinamiento decretado por el presidente Alberto Fernández, con la posterior adhesión del gobernador Omar Perotti para la provincia de Santa Fe, se asemeja en la dureza de las medidas al inicio del aislamiento por la pandemia de Covid-19, en marzo de 2020, pero no en la homogeneidad de aquel entonces, donde Gobierno y oposición, en todos los niveles, se mostraban unidos; las estrategias sanitarias se conciliaban; las inusuales transgresiones de la ciudadanía saltaban a las tapas de los diarios; y las vacunas eran una ilusión lejana. Por esos días se había edificado una espontánea épica en toda la Argentina contra la acechanza del enemigo invisible, incluso cuando no se conocían contagios fuera del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Sin embargo, desde el despertar de la segunda ola el escenario es muy distinto, salvo en la situación del sistema de salud, que incluso hoy luce más estresado que en el pico de la primera ola. Ya no hay unidad en la dirigencia política -todo lo contrario- y hasta se cuela la incipiente campaña electoral. Si bien pesan los 3,5 millones de casos positivos, las más de 74 mil muertos y los alarmantes porcentajes de ocupación de camas críticas, también influyen la grave crisis económica y el crecimiento del desempleo y la pobreza, que objetivamente conspiran contra un acatamiento masivo al nuevo confinamiento. Tampoco el Estado puede brindar a estas alturas la misma ayuda que el año pasado a los que no cuentan con ingresos fijos para asegurar la subsistencia.
EL TEXTO ORIGINAL DE ESTE ARTICULO FUE PUBLICADO EN NUESTRA EDICION IMPRESA