Rufino
Tras cuatro años, Eloy le sigue ganando la batalla al cáncer
“Lelu” fue diagnosticado en el año 2020. Hoy “está libre de enfermedad”, pero “es imposible no sentir miedo cada vez que se acerca una nueva fecha de control”, destacó su mamá Tamara.
Por Ana Dobal
Cada año, el 4 de febrero, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) apoyan a la Unión Internacional de lucha contra el Cáncer en la promoción de formas de disminuir la carga mundial.
La prevención y el aumento de la calidad de vida de los pacientes son temas que impactan directamente sobre Tamara Widmer, la mamá de Eloy.
Mientras Eloy, el segundo de 4 hermanos, espera en ayunas junto a su mamá el control regular en Rosario, después de atravesar a los 4 años un cáncer con pronóstico terminal, Tamara Widmer -mamá- comparte con Sur 24, desde esa misma habitación, por qué es importante poner en agenda al cáncer.
“Es importante hablar de cáncer porque cuando se reciben los diagnósticos, por lo general, se recibe una sentencia de muerte. Yo en un su momento lo viví así, con mucho miedo, ya que el diagnóstico y pronóstico de ‘Lelu’ siempre fue grave. El cáncer infantil detectado a tiempo tiene altas tasas de supervivencia es por eso que se necesita personal capacitado para llegar al diagnóstico y tratamiento oportuno. Es importantísimo detectar la enfermedad en sus inicios, para cambiar el tránsito y potencial resultado”, sostuvo Tamara
Diagnosticado a los 4, recuperado a los 8
Eloy tiene hoy 8 años cumplidos y fue diagnosticado de cáncer a sus 4 años. “Hoy si bien podemos estar en casa, porque Eloy está libre de enfermedad, es imposible no sentir miedo cada vez que se acerca una nueva fecha de control. Sin embargo, siempre le hacemos frente con el mayor de los optimismos”, destaca Tamara esperanzada.
“Seguimos haciendo controles trimestrales por resonancia. En el día a día Eloy asiste a distintas terapias para mejorar su calidad de vida y las secuelas que el cáncer le dejó. Somos conscientes de que no van a desaparecer, pero hacemos todo lo posible por mejorarlas y que él pueda disfrutar de la vida con normalidad. Es un nene feliz que va a la escuela y crece rápido”, expresa ésta mamá aguerrida mientras acompaña a su hijo en la internación de control y da de mamar a la menor de sus hijos, en la misma habitación desde la que comparte su testimonio con ésta redacción.
Eloy fue diagnosticado en 2020 y el golpe para la familia fue durísimo. “Supimos, por los síntomas, que algo no iba bien pero no esperábamos encontrar un tumor maligno en su cabeza y menos de alto grado. Para nosotros fue clave contar con un equipo que nos acompañó desde lo médico hasta lo humano, porque hasta hoy cuando volvemos al Sanatorio de niños el trato es excelente y es importante sentirnos acompañados. Todos lo reciben con amor y sorpresa, más de una vez, de verlo tan bien ya que no esperaban éste resultado por su pronóstico. Contamos también con el apoyo de familias y amigos que están siempre. La pediatra de Eloy que se lleva un reconocimiento aparte además de nuestra familia, porque fue clave contar con ellos mientras estuvimos separados
Red de apoyo en Rufino
En Rufino funciona Lalcec que presta apoyo a pacientes adultos ya que “en nuestra ciudad la incidencia del cáncer infantil es menor que en los adultos, por suerte, lo que no quita que el día de mañana no aparezcan nuevos diagnósticos. Cuando Eloy ha necesitado alguna gestión urgente la Municipalidad nos prestó ayuda en cuestiones de tratamiento de las secuelas. Nosotros volvimos y logramos formar un equipo que atiende a Eloy, que son su kinesióloga, fonológico, T. O, psicopedagoga y psicóloga, todas trabajan con él para que pueda estar mejor cada día”, detalló Tamara.
El pequeño Eloy trabaja día a día con los profesionales que lo acompañan y es un nene feliz que asiste a la escuela, tiene amigos, ama a los animales y tiene varios en su casa. Cuenta con una huerta que cuida con su papá y hermanas y, aunque siempre tenga que trabajar, para mejorar su día a día -tiene una hipotonía superior y una ataxia cerebral que necesita trabajar diariamente como secuela de la enfermedad- el caos de casa es muy normal.
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Para completar el “cartón” hace 3 meses nació Felicitas, la hermanita menor de Eloy y “hoy somos una familia numerosa y feliz. Siempre esperanzados de que Lelu tendrá algún día el alta. Es difícil volver al día a día después de todo lo vivido, porque es una enfermedad de una magnitud tan grande que nos cambió la vida, pero lo importante es que se puede salir adelante”, resalta optimista Widmer.
El cáncer puede prevenirse y controlarse
Según la OMS el cáncer puede prevenirse y controlarse implementando estrategias de prevención, tamizaje y detección temprana, tratamiento y cuidados paliativos. De un tercio a la mitad de los casos pueden prevenirse reduciendo la prevalencia de los factores de riesgo conocidos. Los espacios de contención y apoyo y la red afectiva, sin dudas hacen y harán la diferencia. La historia de Lelu es un ejemplo de que la salud es también una opción posible, cuando hablamos de cáncer.