Agenda cargada
Tras la gira, Milei lidia con frentes opositores que lo llevan a diseñar nuevas estrategias políticas
Sin demasiado tiempo para evaluar el paso por Israel e Italia, se suman cuestiones a atender: el inicio de clases y el reclamo docente (lo que aumenta la tensión con los gobernadores), las obras sociales sindicales, la reaparición de Cristina y un posible nuevo pacto con el PRO.
Juan Pablo Peralta - Periodista acreditado en Casa Rosada.
Completada la gira de más de una semana entre Israel e Italia, que el Gobierno consideró positiva, en particular por “la buena sintonía que hubo entre Javier (Milei) y el Papa Francisco” -manifestaron en Casa Rosada- los acontecimientos posteriores al enfrentamiento con mando a distancia entre el presidente y los gobernadores retomaron su intensidad apenas el vuelo AZ 680 de la ex Alitalia (ITA Airways) aterrizó en el Aeropuerto de Ezeiza.
Al recorte de los giros discrecionales y subsidios al transporte en las provincias se sumó frenar también el envío del Fondo Compensador y el Fonid (Incentivo Docente). Desde la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) exigieron que la administración central “recapacite” y mande el dinero a los estados provinciales. La respuesta se dio en el marco de la conferencia de prensa del vocero Manuel Adorni, quien señaló que no existe una paritaria nacional y que es responsabilidad de las gobernaciones acordar libremente los salarios con los maestros.
El otro polo de enfrentamiento que tiene Balcarce 50 es con los gremios encolumnados en la Confederación General del Trabajo, a los que analiza vetar partidas a las obras sociales sindicales que van dirigidas a servicios para discapacidad y jubilados. Se trata del Fondo Solidario de Redistribución (FSR). El Poder Ejecutivo quiere desplazar, como en el caso de la asistencia social todavía a cargo de las organizaciones sociales, a los intermediarios, y que en este caso en particular, sea la Superintendencia de Servicios de la Salud (SSS) la que distribuya directamente las partidas para tal fin.
Reapareció Cristina
Como circulaba desde el Instituto Patria, la ex vicepresidente Cristina Kirchner esperaba el momento que considerara indicado para volver al ruedo político, en este caso a través de un documento denominado “Argentina en su tercera crisis de deuda” que publicó en la red social X con críticas a Milei y a su ministro de Economía, Luis Caputo.
En on, el portavoz presidencial minimizó el texto de 33 páginas que dijo no haber tenido tiempo de leer, y las calificó como “opiniones de un ciudadano, las cuales vamos a respetar siempre”, añadiendo que “el Gobierno va a tomar toda idea que mire hacia adelante, hacia una Argentina distinta y no ideas del pasado”. Públicamente, el jefe de Hacienda le respondió que “todo el déficit fiscal de los últimos 16 años lo generó usted en sus 12 años de gobierno, 8 como presidente y 4 como vice”, y ante la acusación de la ex funcionaria que quiso relacionarlo al intento de atentado que sufrió, le refutó “que siga en su mundo paralelo”.
Estrategia junto al PRO
Ante el cuadro que se presenta luego de lo sucedido en el Congreso con la Ley Ómnibus, y que en el palacio gubernamental repiten que se preveía, se estableció la estrategia de fortalecer la alianza política entre La Libertad Avanza y el PRO, algo que se va a ajustar cuando el expresidente Mauricio Macri retorne de Villa La Angostura la semana próxima.
“Quienes bancamos el cambio vemos esa convergencia como inevitable, más allá de cogobiernos que no garantizan nada si no hay acuerdos de base muy sólidos”, argumentó un asesor mileísta que confesó que el Gobierno observa con atención la manera en que la oposición sale a operar en bloque. Entre los que se abroquelan contra el plan liberal libertario, el Gobierno identifica a los mandatarios e intendentes provinciales peronistas, a los sindicatos y organizaciones sociales que responden al kirchnerismo y a los gremios controlados por la izquierda trotskista.
En medio de esta coyuntura adversa, con más ajustes en carpeta, es que los capitostes de Propuesta Republicana y LLA se aprestan a diseñar un nuevo esquema de poder que garantice una gobernabilidad que se materialice en el control de la inflación y una rápida recuperación del poder adquisitivo de los argentinos.