Un 2023 con triple aumento en las boletas de la luz para Santa Fe
Por Luis Rodrigo
¿Por qué ha aumentado tanto el servicio eléctrico? Más allá de las características especiales de un verano extremadamente seco y sin pausas, hubo en distintos niveles del Estado nacional y provincial decisiones que implicaron fuertes cambios para los hogares, a los que técnicamente se los denomina usuarios residenciales.
Aquí se pretende explicar lo ocurrido. Se parte de la situación actual y se retrocede a febrero pasado, para que se comprenda primero lo importante que ha resultado una política asumida por la Secretaría de Energía de la Nación, a cargo de Flavia Rayón, quien ya en enero de este año se sinceró: “Me toca hacer el rol de mala”, dijo respecto de la quita de subsidios.
Una primera aclaración imprescindible: contra lo que indica la lógica o el sentido común, a las tres franjas sociales (N1, N2 y N3) en que se dividieron clientes residenciales, los hogares de ingresos medios no se han ubicado numéricamente en ese lugar, el del medio. Así, el típico “medio pelo argentino”, la clase media de quienes no son ricos ni tan pero tan pobres es curiosamente N3. Seguramente, será otra progresista medida de corrección política, limitada al lenguaje.
Sigue abierta la inscripción al registro de acceso a los subsidios a la energía
A partir del 1ro de mayo
Por la decisión del gobierno nacional de “segmentar la demanda”, es decir, dividirla según su poder adquisitivo, desde fines de 2022 existen tres categorías para cada una de las facturas de las empresas distribuidoras (como la Epe). Son: N1, con mejores ingresos; N2, con los más bajos; y N3, con niveles medios. El orden correlativo es: alto, bajo y medio.
Según datos oficiales santafesinos, bien arriba en sus bienes e ingresos, como renglón N1 hay 419.268 clientes residenciales; en el N 2 , otros 638.358, que constituyen el polo opuesto y son el grupo más numeroso; y por último, como N3, en el jamón del sándwich, están registrados 206.509 hogares.
La situación desde el 1ro de mayo, cuando se activó la segunda etapa del Plan de Segmentación del gobierno nacional, es que ya no hay más subsidios del Estado Nacional para los N1. Solo por ese concepto recibieron aumentos que van de “entre el 40% y el 56% dependiendo del nivel de consumo”, según una publicación oficial del gobierno de Santa Fe. Ya los van a ver en sus facturas.
Se supone que allí está la franja con más dinero y propiedades, pero en el Registro de Acceso a los Subsidios de la Energía también se sumaron a ese segmento todos los que no se inscribieron en el citado RASE. No se sabe cuántas familias que deberían ser N3 (clase media) e incluso N2 (pobres “en el territorio”) hoy figuran erróneamente como N1. Dicho sea de paso, en teoría solo los N1 están hoy en condiciones de comprar los 200 dólares a precio oficial del Cepo cambiario.
Con subsidios
Los que reciben alguna ayuda del Estado (N3 y N2) no pueden ahorrar en esa moneda aunque hay testimonios que indican que no siempre esa restricción se cumple en la práctica. Lo aconsejable es probar. Dichosos de quienes puedan ahorrar lo suficiente para hacerlo.
Para las alicaídas franjas medias de la sociedad (el grupo más chico de usuarios residenciales) la última quita implica un aumento que “oscilará entre un 10 y un 30% en función de su nivel de consumo”, de acuerdo con la información oficial de la Casa Gris, cuando superen los 400 kWh mensuales. Por debajo, no se moverá el valor de cada uno de sus kilovatios por hora.
En cambio, para los de menores ingresos o tarifas sociales, “no habrá variaciones”, sin importar su poco o mucho consumo.
Más aumentos
La Resolución 323/23 de la Secretaría de Energía del Ministerio de Economía de la Nación aumenta además en un 62% los precios de la energía en el mercado eléctrico mayorista, también a partir de los consumos del 1° de mayo y hasta el 31 de octubre.
Esto es: si X cantidad de kilovatios hasta el 30 de abril eran igual a $100, desde el día del Trabajador en adelante ese valor X será igual a $162. Y el impacto es diferente según la segmentación, de acuerdo con los porcentajes antes señalados… Son dos aumentos al mismo tiempo, que se suman al primero provincial, “actualización tarifaria” y “segmentación” mediante.
Primer retoque
La audiencia pública donde se discutieron las tarifas de la Epe (solo en lo que respecta a sus costos de distribución) se celebró el 17 de febrero pasado. El 28 fue el turno de la Casa Gris que dispuso un aumento del VAD, una sigla clave a aclarar más adelante. Significó “una variación promedio acumulada sobre el segmento tarifario de pequeñas demandas del 43,5%, sobre el segmento de grandes demandas del 25,6% y del 28,2% para la Cuotaparte de Alumbrado Público (CAP), resultando un incremento acumulado sobre Tarifa Promedio del 34,8%”, según el gobierno provincial. Pero dicho en criollo: para los hogares con ingresos medios N3, fueron del 47 al 57% (según lo dicho por la Epe en la audiencia). Pero esos esos incrementos llegaron cuando todavía era verano, aún en marzo y en parte de abril fue difícil apagar el aire acondicionado. La empresa aclaró por entonces que esa franja de viviendas iba a pagar un 20% menos que el polo más rico de la segmentación, pero con una condición: había que gastar menos de 400 kilovatios/hora mensuales. Difícil en Santa Fe, que no tiene las tarifas subsidiadas por “zona cálida” de las provincias que la rodean hacia el norte: Santiago del Estero, Chaco y Corrientes cuentan con esa ayuda estatal nacional.
En tanto, para el nivel 2, el de los ingresos más bajos según la segmentación hecha a nivel nacional, que en parte coincide con las tarifas sociales y los descuentos a jubilados en el servicio eléctrico de la provincia, se imponen desde la Casa Gris más medidas que tiendan suavizar su impacto. Hace algo más de dos meses se dejó la aplicación de las subas “para luego de 60 días de concluidas las ‘etapas’ de aumentos previstos a nivel nacional”, es decir, ahora mismo.
La suba de la Epe impacta solo sobre el Valor Agregado de Distribución, el VAD que históricamente es un tercio de la tarifa y debe poder cubrir los costos de la distribución y las inversiones para su ampliación. Esa porción tarifaria ha retrocedido frente a otra: el valor del kilovatio en el mercado mayorista. Y como a la empresa santafesina los megavatios les cuestan cada vez más, hoy lo que la Epe le paga a Cammesa representa más o menos el 50% de la tarifa final.