Un planteo en pleno Senado
Una Corte Suprema Nacional casi sin mujeres: hubo solo tres en 163 años
El envío de los pliegos de Lijo y García-Mansilla reabrió el debate sobre la histórica y actual nula participación femenina en el máximo Tribunal. Y, junto con muchos otros argumentos, fue una de las razones que precipitó el rechazo.
"No creo en una Corte Suprema sin mujeres, sin candidatas mujeres. Es más, no creo en ningún espacio de representación en la Argentina sin mujeres sentadas ahí", decía la senadora nacional Guadalupe Tagliaferri (CABA-PRO) el jueves 3 de abril, en el arranque del debate que horas después terminaría con el rechazo a los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla enviados por el presidente Javier Milei.
La legisladora, presidenta de la Comisión de Acuerdos donde los nombres de ambos juristas esperaban respaldo para completar la composición del máximo tribunal de Justicia, esgrimió ese como uno de los argumentos (no el único) para rechazar ambos nombres.
No fue la única voz que se alzó en ese sentido. Hubo otras legisladoras que reclamaron por una composición igualitaria o, al menos, con representación de mujeres. "Porque somos la mitad de la población y borrarnos de los espacios de representación es negar nuestra existencia. Es negar nuestro aporte y nuestra voz. Eso yo no lo voy a acompañar", explicaba Tagliaferri.
Minutos después, la cordobesa Alejandra Vigo (Unidad Federal), presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, se expresaba en la misma línea: "Una Corte sin mujeres en su integración es una Corte sin justicia", a la vez que reclamaba el tratamiento de un proyecto de su autoría que busca garantizar la participación de éstas en la Justicia".
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Es que, desde la renuncia de Elena Highton de Nolasco, en el año 2021, la Corte Suprema quedó integrada totalmente por varones. Y al momento de producirse otra vacante tras la renuncia de Juan Carlos Maqueda en diciembre de 2024 el Ejecutivo nacional decidió proponer para esos cargos a dos hombres que se sumarían a los tres integrantes actuales: Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz.
Sin demasiadas pistas acerca de cómo seguirá el proceso de selección de nuevos magistrados para completar la conformación del órgano judicial, el reclamo por incorporar nombres de mujeres en los próximos pliegos aparece con mayor nitidez.
Por el momento se desconoce si el gobierno de Milei enviará una nueva propuesta ahora o si esperará a las elecciones legislativas del 26 de octubre con la idea de contar con una bancada más numerosa y afín en el Senado. Cabe recordar que es la Cámara alta la que, luego de un proceso en comisiones, evalúa y da consentimiento (o rechaza) los nombres propuestos por el Ejecutivo.
En contexto
"La Argentina es el único país de América Latina y el Caribe que no tiene mujeres en su Corte", advirtió Tagliaferri. Y aportó un dato que describe esta situación en forma más ajustada: "A lo largo de toda su historia, por la Corte Suprema han pasado 114 jueces, de los cuales solo 3 han sido mujeres. Es decir, 3 de 114 en 163 años".
En efecto, el máximo tribunal de Justicia comenzó a funcionar en el año 1863 (el Senado dio acuerdo para sus primeros miembros en octubre de 1962) y su primera integrante mujer fue Margarita Argúas, designada en 1970, bajo el gobierno militar que encabezó Roberto Marcelo Levingston.
Tras el juicio político a dos integrantes de la Corte menemista y la renuncia de otros tres para evitar ese proceso, fueron designadas Helena Highton de Nolasco (2004) y Carmen Argibay (2005) para ocupar dos de los puestos vacantes.
Argibay murió en 2014 y Highton de Nolasco renunció en 2021; desde entonces ninguna mujer volvió a ejercer el cargo de jueza de la Corte Suprema.
¿Qué pasa en otros países? En la sesión del 3 de abril Tagliaferri reveló datos de otras latitudes, "que en algunos casos miramos para tratar de imitar políticas públicas: Estados Unidos, por ejemplo, tiene 4 mujeres sobre 9. México cuenta 5 sobre 11. Uruguay tiene un 60 % de su Corte integrada por mujeres. Chile tiene un 42 %".
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"Techo de cristal"
¿Es que faltan mujeres capacitadas para ejercer el cargo? Aquí también sobran los argumentos: "Un informe realizado por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de la Nación Argentina indica que en el año 2023 las mujeres eran el 57 % de la dotación total de la Justicia argentina Y representaban el 61 % de los cargos de menor jerarquía. Solamente el 30 % está en cargos de mayor jerarquía", advirtió la senadora del PRO.
Los datos están contenidos en el "Mapa de género de la Justicia Argentina edición 2023", publicada por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
"Esto quiere decir que si bien las mujeres estudian, se reciben, se esfuerzan, trabajan, en el camino algunas deciden ser madres, llevan el bebé, atraviesan el puerperio, cuidan a su familia y se presentan a los concursos de la Magistratura, no acceden".
"Es el techo de cristal", sintetizó. "Lo que queda claro es que mujeres hay, lo que no hay es voluntad política", cerró.
"Calidad institucional"
El planteo porque haya mujeres en la composición de la Corte viene desde hace tiempo, pero se profundizó con el envío de los pliegos de dos candidatos que, antes de ser rechazados por el Senado, fueron nombrados en comisión por el presidente Milei.
La Red Mujeres para la Justicia que se viene haciendo eco de esta demanda desde hace años, se pronunció de manera enérgica el 26 de febrero, apenas conocido el nombramiento por decreto presidencial de ambos postulantes.
En un documento llamado "Grave retroceso para la independencia judicial y la calidad institucional en la Corte Suprema", advirtió que "la decisión del Poder Ejecutivo de designar por decreto a dos varones para la Corte Suprema de Justicia de la Nación, sin el acuerdo del Senado y por medio de nombramientos en comisión, constituye un avance indebido del presidente sobre el Poder Legislativo, una grave afectación a la independencia judicial y una palmaria ofensa al deber de garantizar la igualdad de género en el máximo tribunal, que impacta seriamente sobre su legitimidad y calidad institucional".
También se advertía allí sobre el hecho de que "sólo tres mujeres, frente a 114 hombres, lograran alcanzar el cargo de jueza de la Corte Suprema en toda su historia, enfatizando en el deber constitucional y convencional del Poder Ejecutivo de postular mujeres que reunieran las más altísimas cualidades para ocupar el cargo".