Una protectora canina que concientiza y trabaja desde hace 22 años
“El amor por los animales está íntimamente relacionado con el daño que nos genera su abandono”, dice Martina, una de las voluntarias de la Asociación Civil Protectora Isabelense Canina (ACPIC), la protectora de animales de la localidad de Santa Isabel que se fundó hace 22 años a raíz de un envenenamiento masivo de perros callejeros que ocurrió en el pueblo. Con el acompañamiento de Hathor, una empresa local dedicada a la producción, industrialización y comercialización de productos alimenticios que construyó diez caniles con casita para perros, la ACPIC comenzó a trabajar incansablemente para generar conciencia acerca de la salud animal. “Lo que intentamos transmitir es que se trata de un tema de salud pública, no solamente de salud animal –explican poniendo énfasis en este punto-. Entendemos que no existe una sin la otra.”.
El domingo 2 de mayo organizaron en la plaza central la campaña de vacunación antirrábica en la que vecinos llevaron a sus perros para ser inmunizados por profesionales de la salud animal. Asimismo, todos los meses realizan campañas económicas de castración masiva de perros y de gatos. “Decimos económicas porque tienen un costo muy accesible en relación a una práctica privada y al impacto social que tiene la esterilización de animales para evitar la reproducción masiva y sus posteriores consecuencias”, indican. La próxima será el 16 de mayo, fecha para la que ya cuentan con el cupo lleno. Por otra parte, alternarán con vacunación contra la rabia en los barrios del pueblo, para intentar llegar a todos los perros que no pueden ser inmunizados durante esas fechas especiales.
Actualmente la protectora cuenta con cinco voluntarios activos que están en permanente contacto para organizar las diferentes actividades que se suman a las mencionadas y que tienen que ver con la recaudación de fondos para llevar a cabo todas las tareas. “Contamos con el apoyo de la Comuna de Santa Isabel, de la diputada provincial Georgina Orciani, del senador Lisandro Enrico, de otros legisladores, de Hathor por supuesto, que colabora con alimento balanceado, y de los vecinos que siempre están predispuestos a ayudar”, agradecen desde esta institución sin fines de lucro que también funciona con la asistencia de “voluntarios silenciosos” que se hacen cargo de perros callejeros y/o abandonados dándoles tránsito.
El día a día
La ACPIC cuenta con los servicios de la veterinaria María José Mangialardi, quien una vez por semana visita el refugio de 3 hectáreas que se encuentra alejado del centro, para atender a los animales. En este momento, residen 110 perros adultos que esperan ser adoptados. “No es fácil ya que no son cachorros y además están castrados”, aclara Martina, que junto al resto de los voluntarios asisten a todos los eventos sociales posibles –mientras la pandemia lo permite- para exhibir algunos perros como así también para generar ingresos a partir de la venta de accesorios y objetos de producción propia. A su vez, en cada feria americana, de artesanos y emprendedores colocan una urna para recibir donaciones y cada mes cuentan con el aporte de cerca de 120 asociados que pagan una cuota entre 50 y 100 pesos. “Estamos reempadronando a nuestros socios y normalizando nuestra categoría de persona jurídica para poder acceder a programas, subsidios, donaciones y así crecer como institución. Apenas afloje la pandemia, llamaremos a una asamblea para una reorganización”, describe Martina, mientras se le acerca una perrita de la calle que todas las mañanas pasa por su trabajo a recibir sus caricias.
Agradecimiento
“Así como nosotros ponemos nuestras energías todos los días, hay mucha gente a la que queremos agradecerle porque responden de manera desinteresada. Desde la comuna hasta los legisladores, empresas como Hathor y muchos vecinos”, enumeran desde la asociación que en estos días mantendrán una reunión virtual con el senador Enrico, la diputada Orciani y la Comuna de Santa Isabel para coordinar acciones conjuntas.
“Cuando hablamos de salud animal también hablamos de salud pública. Incluso quien tiene una mascota en su casa tiene que saber de la importancia de la vacunación. Hoy es algo que lo vivimos con el Covid-19, en cuanto a la necesidad de contar con las vacunas para hacerle frente a esta pandemia”, finaliza Martina, que comparte su casa con Frida, adoptada de ACPIC; Russell, a quien encontró abandonado en la ruta; y Bombona, “la callejera de la cuadra”.
Como colaborar
Quienes estén interesados en aportar a esta causa noble que requiere de un gran compromiso y dedicación pueden hacerlo con donaciones al CBU N° 1910353655135300299985 y/o llamando al celular N° 3462 305589.
Redes sociales: Acpic Santa Isabel en Facebook y @protectoracaninasantaisabel en Instagram.
Juan Manuel Speerli (Sur 24)