Venado pudo: más del 70 % de los accidentados en moto lleva casco
A poco más de 1 año de entrar en vigencia, la campaña para concientizar sobre el uso del casco en moto está mostrando resultados más que alentadores en Venado Tuerto. Este trabajo, que tiene el apoyo y la decisión política del intendente Leonel Chiarella, da cuenta que en los últimos tres meses, sobre un total de 79 accidentados, se pudo constatar que 56 hicieron caso a las normas y evitaron lesiones graves o mortales por llevar casco. Es decir, que solo 23 personas (el 29,11 %) no lo usaba mientras que un 70 % sí lo hizo.
Mientras tanto, los registros de años anteriores hablan a la inversa. Entre el 70 y el 80 % de los accidentes de tránsito eran protagonizados por motos y menos del 30 % llevaba casco a la hora de ser asistidos por los servicios de emergencia. En definitiva, ese 70 % que antes no cumplía con las normas, hoy está colaborando.
Las cifras, fueron aportadas a Sur 24 por la secretaria de Control Urbano de la Municipalidad, Silvia Rocha, quien recordó que en diciembre del 2019, se hicieron cargo de una ciudad donde el “uso del casco no formaba parte de la habitualidad” de las personas que se conducen en moto. Esto viene a que tomaron un estudio realizado por el Hospital Gutiérrez en 2018, que marcaba entre otros parámetros la necesidad del uso de casco.
“Al iniciar la gestión nueva, las primeras políticas que surgieron en materia de seguridad vial, fueron las de ir hacia el uso obligatorio del casco en la ciudad. Los índices de siniestralidad eran altos. Entendíamos que era necesario ir hacia ese lado con firmeza”, contó.
En los últimos 90 días, las cifras del municipio reflejan que en mayo, de 18 accidentes donde estuvieron involucradas motos, 14 personas llevaban casco (77,78 % lo usaba); en abril, de 35 accidentados, 26 lo utilizaban (74,29 %); y en marzo, de 26 siniestrados, 16 lo tenían (61,54 %). “Subió la cantidad de personas que lo usan, bajó el índice de nivel de lesiones, protegieron su vida y se ocuparon menos camas en el hospital que es el objetivo”, valoró.
Rocha, dijo que si bien en este año el índice de siniestralidad se conserva, de la cantidad de accidentes donde están involucradas las motos, son muchas más las personas que llevan casco puesto. “Para nosotros es algo muy positivo. De hecho, es lo primero que preguntamos a quienes acuden a los operativos. Hay una luz de esperanza que el nivel de lesión que tuvieron no sea grave”, sostuvo.
La funcionaria, destacó que de esta forma están colaborando con el sistema de salud, porque un accidentado con casco que llega al hospital, ingresa a la guardia, pero es derivado a una cama común. “Salvamos de ocupar una cama de terapia intensiva que son las más complicadas hoy”, resaltó. Y agregó: “En el 2020 fueron solo 4 las camas ocupadas en terapia por accidentes de moto. Es un número realmente bajo”.
En esta línea, Rocha aclaró que bajar la cantidad de siniestros, “depende de otros factores” (como por ejemplo quienes conducen alcoholizados, a alta velocidad o que colisionan contra animales sueltos en la vía pública) y que llama la atención que en “Venado Tuerto las motos chocan contra las motos”.
Confiar en que se puede
La campaña que giraba en torno a “Venado Puede”, tenía una fecha límite para entrar en vigencia: el 1º de abril del 2020. “La gente sabe que el uso de casco es obligatorio y que en el fondo protege la vida. La gran pregunta era por qué no lo usaban. Esto asociado a la costumbre de la falta de control, era una combinación de factores negativos”, recordó.
La secretaria fue clara en afirmar que fueron tolerantes hasta cierto punto y que incluso alentaron a los motociclistas a que compren cascos a la par que acordaban precios con los vendedores del rubro. Más allá de la pandemia, avanzaron. “Entendíamos que siempre hubo descreimiento en las cuestiones de tránsito. No nos pareció bueno demorarla y pusimos la campaña en marcha”, resaltó.
Al margen de la mirada del propio gobierno venadense, también está jugando a favor el aporte de los propios vecinos. Hay una suerte de “impacto visual” en la geografía urbana porque es más notorio ver a motociclistas con el casco puesto y no por ejemplo en el codo como un “elemento” decorativo.
“Creo que pudimos dar vuelta esa perspectiva. Antes era natural ver gente sin casco. Ahora se empezó a dar que la propia gente lo está señalando. Incluso podemos ver que lo usan tanto conductor como el acompañante. No naturalizan más lo que antes se veía y lo que no estaba correcto. Es un gran paso para apropiarse de una norma. De a poco la vamos logrando”, enfatizó.
Asimismo, ponderó: “Hay una decisión política del intendente Leonel Chiarella. Hay que sostenerla para que funcione y eso está pasando. Debemos creer en un gobierno que dijo que lo iba a hacer y está cumpliendo, sino cualquier campaña fracasa. El resultado es muy bueno en una ciudad de 90 mil habitantes. Hoy la gente entra a Venado y ve la mayor parte de personas en moto con casco”.
Luego, recordó que el problema estaba en el “descreimiento” que había de las personas hacia esta campaña: “Hubo que hacer un trabajo bastante arduo de sensibilización sumado a la necesidad de contribuir a cuidar un sistema de salud que empezaba a generar una alerta en las camas. Además de cuidar la vida del motociclista, teníamos que proteger al sistema de salud y cuidar camas de terapia”.
Finalmente, reflexionó: “Podía hacerse esto. Nos encontramos con un gran nivel de descreimiento. Se probó antes y fracasó. Los mismos vendedores de casco no creían. Ahora estamos en un momento donde podemos decir que podemos y vamos por muchas más cosas. El tema era encontrar el camino correcto para llegar”.
“El cambio en tránsito es posible porque son muchísimos los vecinos que están entendiendo que respetar las normas de tránsito fortalece la seguridad vial y nuestra convivencia urbana. Es un proceso donde los venadenses están tomando nota que la transformación de una ciudad se inicia con estos cambios colectivos”.
Casco más documentación
Además de concientizar sobre el uso del casco, la otra parte del plan de reordenamiento en materia de tránsito son los controles. Allí detectaron que las personas que no llevan consigo el casco, tampoco colaboran con la documentación del vehículo.
“Si en un operativo detenemos a una persona en moto que no lleva casco y sumado a eso no acompaña con documentación, remitimos el motovehículo al corralón. Es gente que no logra entender por qué y para qué están las normas”, afirmó Rocha.
Más medidas
El punto ahora está puesto en bajar el nivel de velocidades, porque en todos los siniestros la constante es la “rapidez” con la que se desplazan, tanto quienes lo hacen en auto, como en moto. “Estamos trabajando en un programa que a nivel mundial se conoce como ‘Calles para la vida’, que aboga por los límites de 30 kilómetros en las calles donde conviven las personas y el tráfico de vehículo. Esa es una velocidad ideal porque reduce la distancia de frenado, evita siniestros y que las consecuencias sean menores”, detalló.
Sumado a eso, siguen intensificando los controles diarios (mañana y tarde en distintas calles de la ciudad) con la sola presencia de agentes de control, más los flamantes inspectores que se trasladan en bicicleta: “Eso ya genera cambios. Los conductores están alertas cuando los ven, bajan la velocidad y se controlan. Eso provoca ciertos cuidados y con esa premisa también aprovechan a dialogar y recordarles las normas de tránsito”, indicó.
Adelantó de paso, que la idea es avanzar con el uso de telefonía al volante: “Quizás implementemos una campaña para sensibilizar y a partir de tal fecha que se detecte la infracción, multar”.