Venado sigue amesetada, pero todos temen una pronta disparada de casos
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En la jornada de este martes, caracterizada por un marcado ascenso de casos positivos de Covid-19, tanto en la Nación (27.001 contagios), como en la provincia de Santa Fe (1.830), la ciudad de Venado Tuerto se mantuvo en la treintena de casos nuevos confirmados (en esta última jornada se sumaron 31; el lunes habían sido 34; el sábado, 30; y el viernes, 28).Además se contabilizaron 19 pacientes recuperados en las últimas 24 horas (en total son 6.423 desde el comienzo de la pandemia), llevando a 203 el número de infectados que están cursando la enfermedad: 195 en sus domicilios y ocho entre el Hospital Gutiérrez y los sanatorios locales (siete en salas clínicas y uno en terapia intensiva).
En Venado, la curva epidemiológica continúa estable, y ese fenómeno se verifica en el sistema de salud, que por estas horas se desempeña con alivio y sin estrés. Sin embargo, todos los actores de la salud interpretan que así como sucedió en otros puntos del país, e incluso en otras regiones santafesinas, los contagios se van a multiplicar de un momento a otro, y en ese momento los centros médicos públicos y privados no van a estar semivacíos -como el año pasado- a la espera de pacientes Covid, sino que hoy exhiben una alta ocupación ‘no Covid’.
Al respecto, este martes, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, sostuvo que el sistema sanitario “no colapsó”, pero advirtió sobre un “crecimiento acelerado en el ritmo de casos que impacta en el aumento de la demanda de consultas por Covid-19 y por patologías sin relación con el virus”. Tras visitar el Hospital Garrahan, la funcionaria explicó que los contagios de coronavirus “impactan en el aumento de la demanda espontánea, tanto para consultas como para atención, y aumenta también la internación en clínica y en terapia intensiva. Lo que sucede es que el sistema de salud está dando respuestas a patologías programadas que habían retrasado su atención en la pandemia del año pasado y por eso un porcentaje elevado de las terapias intensivas no son por coronavirus″.
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¿Hacia la boca del lobo?
Investigadores santafesinos, en función de la proyección de contagios de coronavirus en la ciudad capital, advierten que la situación sanitaria en el marco de la “segunda ola” empeorará gravemente si no se producen “cambios en el comportamiento social y sin medidas drásticas que impliquen, por ejemplo, la suspensión temporal de la presencialidad escolar, que podría consistir en un adelanto de las vacaciones del invierno, y también trabajo domiciliario para todo el personal de todas las administraciones públicas (teletrabajo)”.
Con la llegada de las bajas temperaturas, “un factor a ver de cerca será la escasa ventilación en espacios cerrados: más ventanas cerradas y menos circulación de aire, con los riesgos de contagios que esto (la poca aireación) implica”, le dijo a El Litoral el investigador superior del Conicet dentro del Instituto de Matemática Aplicada (IMAL), Hugo Aimar.
El científico toma el ‘factor clima’ y lo lleva a las aulas: “Debemos calcular que en la provincia hay cerca de 900 mil chicos con escolaridad presencial. Si tomamos a los grupos familiares de éstos, hablamos de 2,5 millones de personas movilizadas alrededor de la escuela. Movilizadas quiere decir rompiendo las burbujas familiares: este es el gran problema, más allá de las burbujas áulicas”.
“¿Quién sería capaz de negar la importancia de la educación? Nadie, yo jamás”, resaltó Aimar. “Lo que creo es que debieran pararse temporalmente las clases presenciales, al menos por tres semanas. Porque si llegamos a mayo con la curva como está hoy, nos vamos a enfrentar a una situación muy complicada. No va a haber más camas críticas y se saturarán las terapias intensivas. Y nos vamos a estar metiendo en la boca del lobo”, consideró.
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