Venado Tuerto: reclamo por los olores nauseabundos que genera el frigorífico
Vecinos colocaron un pasacalle que dice “Pase y huela, auspicia Swift”, para mostrar el malestar en relación al olor que emana del frigorífico ubicado en Ruta Nacional 33 en inmediaciones de Avenida Santa Fe, generando una pésima calidad de vida.
El letrero fue instalado en el Monumento a los siete sables, con el objetivo de que sea fácilmente visto por todos los automovilistas que ingresan a Venado Tuerto y por quienes circulan habitualmente por esa zona.
Al mismo tiempo una cantidad importante de vecinos dieron inicio a una campaña de difusión en redes sociales con la meta de que el tema se instale en la agenda política.
Según fuentes consultadas por Sur24 la solución de fondo es la construcción de un sistema cloacal que llegue hasta la misma planta faenadora. Lo cierto es que la inversión es millonaria y existieron dispuestas históricas en relación a quién debe afrontar ese gasto.
En los últimos años existieron acercamientos entre los empresarios, el municipio y la Cooperativa de Obras Sanitarias, pero quedó demostrado que no le encontraron una salida al problema.
Barrios afectados
Según la dirección del viento, el olor nauseabundo afecta a distintos barrios de la ciudad. El más perjudicado ha sido siempre el Santa Rosa. Pero también la baranda putrefacta llega a los barrios Malvinas Argentinas, Rene Favaloro, Villa Casey, Los Robles y Los Pinos.
Uno de los posteos en redes sociales que se conoció este jueves temprano, sostiene: “Empezamos el camino del activismo ciudadano para tratar de encontrar una solución real al conflicto ambiental que presenta el funcionamiento del frigorífico. Desde hace muchos años nuestra calidad de vida no es prioridad en la agenda política local y provincial. No podemos respirar, no sabemos qué estamos inhalando. Difundir es de gran ayuda, sumarse a la acción es indispensable”.
Otra publicación comienza diciendo “que lindo sería dormir con las ventanas abiertas aprovechando la briza fresca de la noche”. Y continúa con un “gracias frigorífico Swift por hacer que nuestros descansos sean perfumados, por hacer del aire puro diario una utopía y por hacer que nuestras boletas de luz sean abultadas”. Y remata con un “ya va una semana y media sin solución. Que mansos somos”.