Este jueves
Violento temporal en Amenábar: caída de árboles, voladuras y daños
El presidente comunal Gustavo Zaldo confirmó que el fuerte viento afectó la localidad en solo diez segundos.
Un fuerte temporal sacudió la localidad de Amenábar en la madrugada de este jueves, dejando árboles caídos, postes derribados y daños materiales en viviendas y estructuras. Según detalló el presidente comunal Gustavo Saldo, el fenómeno se desató alrededor de las 5:15 de este jueves y tuvo una duración de apenas diez segundos, pero con una intensidad que sorprendió a los vecinos.
“El golpe de viento fue muy fuerte, realmente muy fuerte”, aseguró Zaldo en diálogo con "Antes que Nada" (LT29). Si bien no se registraron voladuras de techos, sí hubo afectaciones menores en viviendas, como la caída de tanques de agua y algunas chapas arrancadas por la fuerza del viento.
Entre los daños más impactantes, el jefe comunal destacó la destrucción de un silo de aproximadamente mil toneladas, que fue levantado por el viento y desplazado unos 40 metros de su ubicación original. “Literalmente, el viento lo levantó y lo tiró”, expresó. Además, un tinglado de reciente construcción sufrió la torsión de sus portones debido a la fuerza del fenómeno.
Zaldo subrayó que, dentro de lo negativo, el horario en que ocurrió la tormenta ayudó a evitar mayores complicaciones. “Lo positivo es que fue a la madrugada, cuando la mayoría del pueblo duerme y no había gente en la calle”, explicó.
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A pesar de la magnitud del evento, la rápida intervención de los equipos comunales y de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) permitió restablecer el suministro eléctrico en cuestión de horas. “La EPE trabajó muy bien, al igual que la Cooperativa Eléctrica de Rufino. En aproximadamente una hora, lograron devolver la electricidad, lo que permitió restablecer también el servicio de agua potable y las comunicaciones”, destacó.
El mandatario comunal agradeció el esfuerzo del personal local y de los organismos de emergencia que colaboraron en la limpieza y restauración del pueblo. “Estamos muy orgullosos de nuestra gente. En cinco o seis horas de trabajo, el pueblo ya tiene otro aspecto”, concluyó.
