Walter Samuel, declarado Personalidad Destacada del Deporte y Ciudadano Ejemplar de Firmat
Este viernes, a partir de un proyecto impulsado por el bloque del FPCyS del Concejo municipal de Firmat y aprobado en agosto de 2021, el futbolista ya retirado Walter Samuel fue declarado Personalidad Destacada del Deporte y Ciudadano Ejemplar de Firmat.
La iniciativa surgió luego de la consagración del ex futbolista como campeón de América en la función de ayudante de campo de la Selección Argentina.
“Walter, sos un orgullo para toda nuestra ciudad y la región, “El Muro”, reconocido en todos lados por tu aterriza fortaleza. Sos un ejemplo para tantos y tantas jóvenes de nuestra ciudad que eligen el deporte como su vida, su profesión, y anhelan cumplir sus sueños”, destacó la concejala Luz Budassi en su Fabcebook.
“Consolidar la identidad de una ciudad es también poder reconocer a personas como Walter que han trascendido la ciudad y han puesto en lo más alto del país, y del mundo a nuestra querida Firmat, en su momento como futbolista y actualmente en su nuevo rol como integrante del cuerpo técnico de la Selección Nacional Argentina”, agregó sobre el ex marcador central.
Por su parte, el ayudante de Lionel Scaloni en la Selección Nacional de Fútbol, dijo emocionado tras el reconocimiento que “es una alegría y orgullo” dicha recepción que se realizó en la Sala de Sesiones del Legislativo firmatense, ante gran cantidad de público, entre ellos autoridades locales y provinciales, como el diputado Gabriel Real.
“Hace mucho que me fui de acá y hay mucha gente que no veía, pero siempre me acuerdo de todos. Y trato siempre de volver y estar al tanto de todo sobre Firmat”, declaró a los medios presentes.
Samuel y su inicios
Walter Samuel nació el 23 de marzo de 1978 en Firmat. Se crío con su madre Glady, de quien tomó el apellido Luján, y sus hermanas Mariana y Marisol, pero sin padre. A los cuatro años, conoció a Oscar Samuel, pareja de su madre y quien se convertiría en su padre adoptivo, relata una nota de TyC Sports sobre el defensor que sería reconocido por su aptitud futbolística en Boca Juniors.
A los seis años, Walter llegó de la mano de Oscar al club Argentino de Firmat, donde comenzó a formarse como futbolista, y a los 13 pasó a Newell’s. El 16 de junio de 1996, con tan solo 18 años, el joven de Firmat debutó en la Primera División de la Lepra con el apellido Luján en su espalda. La Rojinegra no sería la única camiseta en la que lo utilizaría, ya que también luego lo utilizaría en la Selección Argentina Sub-20 que dirigía José Pékerman.
Poco tiempo después, el propio Walter optó dejar de usar el apellido de su madre y ponerse el de su padre, al que tan bien representaría durante muchísimos años en los mejores clubes de fútbol del mundo. “Así lo quiso él. Me produjo una gran satisfacción”, le contó Oscar al Gráfico, en 1998, con gran emoción y alegría.
Con 19 años y el apellido Samuel ya consolidado en su espalda, Walter pasó a Boca a cambio de dos millones de euros. En apenas pocos meses logró asentarse y, con la llegada de Carlos Bianchi al banco de suplentes del Xeneize, se convirtió en una pieza inamovible de la defensa.
El padre, su inspiración
En la nota a los medios, Samuel recordó a Oscar su padre adoptivo (fallecido) quien premonitoriamente vio en el peque Walter su buena perfomance y lo llevó al club Argentino de Firmat, donde el técnico Osvaldo Crocetto le enseñó a dar los primeros pasos como jugador, curiosamente de wing izquierdo y, encima, goleador. “Le encantaba jugar en la casa con una pelotita de tenis, con la que, cada dos por tres, solía romper los tubos de luz del living”, recuerda con una sonrisa angelical, doña Glady en una nota publicada por El Gráfico.
A los 13, Abel Almada, encargado de las divisiones menores de Newell’s Old Boys, lo fichó para la institución rosarina. “Se le hacía difícil continuar estudiando, porque tres veces por semana se iba a Buenos Aires, para entrenar con la Selección Juvenil, y el resto de los días viajaba a Rosario para practicar con Newell’s. No le quedó otra que dejar la secundaria en cuarto año”, detalla la mamá.
Preocupado como todo padre cuando su hijo abandona los estudios, Oscar lo apoyó con todo su cariño en su carrera de futbolista. Lo educó con dedicación y le inculcó la escala de valores familiar que privilegia la humildad por sobre todas las cosas: “No es fácil para él estar viviendo solo en Caballito. Por eso vamos allá en cuanto podemos. Pero igual lo llamamos por teléfono todos los días, aunque noticias no nos faltan, ya que escuchamos la radio o miramos la tele para informamos de lo que hace en Boca”.
Sabedor de que el ambiente del fútbol suele estar plagado por hombres a los que sólo les interesa el dinero, se empeña en aclarar que el único y representante del Wálter es él. “No nos interesa que tenga intermediarios. Eduardo Bermúdez cumple solamente una función de asesor. ¡El responsable es su papá: Oscar Samuel!”, confirma con alegría.