A pesar del fuerte dispositivo desplegado desde entonces, no se ha conseguido aún dar con el niño ni encontrar una pista que lleve a ello. La búsqueda se inició el sábado, después de que sus abuelos se percataran de su ausencia. Las batidas por la zona no han dado resultado y ayer las autoridades activaron un dispositivo de búsqueda más “específico y selectivo”.
“Ya tendríamos que haberlo encontrado”: siguen buscando a Emile en Francia
Helicópteros, un centenar de gendarmes y un pelotón de alta montaña, perros rastreadores y casi un millar de personas, entre vecinos y voluntarios, buscan desde hace tres días y medio a Émile, el niño de dos años y medio que desapareció el pasado sábado por la tarde mientras jugaba en el jardín de casa de sus abuelos en Le Vernet, un pueblo de poco más de un centenar de habitantes en la Alta Provenza, al sur de Francia.
“La búsqueda seguirá, pero adaptaremos el dispositivo”, había advertido el fiscal del departamento, Marc Chappuis. Los investigadores creen que tendrían que haberlo encontrado ya dentro del radio inicial de búsqueda de cinco kilómetros. Al ser un niño muy pequeño, en caso de que se hubiese extraviado, no podría haber ido mucho más lejos. “Tendríamos que haberlo encontrado ya”, señaló el fiscal.
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“Detendremos las batidas para desplegar medios especializados en la búsqueda de huellas y pistas”, ya que los registros ya realizados “no han permitido localizar al niño en el perímetro inicial” de cinco kilómetros alrededor de la pedanía donde se esfumó.
Semejanzas con el caso Maddie
Las circunstancias de la desaparición, repentina y en una zona en teoría protegida y tranquila, recuerdan en parte al caso de Madeleine McCann, Maddie, la niña británica que se esfumó en mayo de 2007 en la costa portuguesa, donde pasaba las vacaciones con sus padres. La niña desapareció del apartamento, mientras sus hermanos dormían y sus padres cenaban en un restaurante cercano. Tenía tres años.
En este caso no se ha encontrado aún una pista que haya permitido dar con el rastro de Émile, a pesar de que Le Vernet es una pedanía pequeña, de apenas un centenar de habitantes. Se ha interrogado a los vecinos, se han registrado las casas vecinas y la zona ha quedado cerrada desde ayer a toda persona ajena a la localidad.
Al niño se le perdió la pista el pasado sábado por la tarde mientras jugaba en casa de sus abuelos maternos, en una zona cerrada, parecida “a la plaza de un pueblo”. Allí pasaba las vacaciones.
Llevaba puesta una camiseta amarilla y un pantalón blanco. Hay pocas pistas: dos testigos lo vieron bajando la calle, pero no lo consideraron extraño ni hubo ningún detalle que les alertara. Como tampoco se ha visto a nadie sospechoso, no se activó la alerta por secuestro de menores.
Sí se desplegó rápidamente un importante dispositivo y las autoridades advirtieron que las primeras 48 horas son clave para encontrar al menor. Se ha abierto una línea telefónica por si alguien puede aportar detalles que ayuden a encontrarlo. Se han recibido 1.200 llamadas, pero no ha habido éxito. Además, muchas de las llamadas son de gente ofreciendo ayuda para buscar al niño.
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La cadena BFM ha contado que, en la búsqueda, los investigadores han utilizado un mensaje grabado por la madre, difundido por altavoces, por si el pequeño se encuentra escondido y asustado, para tranquilizarlo y hacerle salir.
“No perdemos la esperanza”, dijo el fiscal, que ha recordado que el sistema de búsqueda realizado hasta ahora debería haber permitido encontrarlo en el radio citado. Si se perdió, el pequeño lleva ya cuatro noches y tres días solo. Se trata de una zona escarpada y montañosa donde pasan también pequeños riachuelos.
El fiscal de Digne Les Bains, Rémy Avon, recordó que “no se descarta ninguna de las hipótesis”. Que el niño se haya perdido, se haya accidentado o que se lo haya podido llevado alguien. De momento, y a pesar de las batidas que se realizan desde el sábado, no se ha encontrado ningún “elemento delictivo que pueda estar en el origen de la desaparición”.
El país vive pendiente de la suerte del pequeño desde el domingo. El fiscal Rémy Avon ha explicado en rueda de prensa este martes que los investigadores siguen aún rastreando “el mínimo indicio o pista que pueda ayudarnos a saber cómo el pequeño Émile ha desaparecido”. “Estamos en el mismo punto de ayer y antes de ayer”, dijo.
Las labores de rastreo seguirán este jueves y se van a reforzar. Se ha movilizado también a militares de la armada de tierra especializada en la búsqueda. “Las operaciones no han aportado elementos útiles a la investigación. Todo el mundo está movilizado”, ha dicho el fiscal.
Se ha reforzado la célula de investigación, lo que permitirá disponer de más medios a nivel regional. “Hemos elegido una estrategia de investigación rápida y fuerte”, ha señalado.
Las labores de búsqueda siguen el miércoles. Se han visitado en busca de pistas los 30 edificios que componen la pedanía y se ha interrogado a 25 personas, además del registro de 12 vehículos. Se han rastreado un total de 12 hectáreas.
“No hay ningún elemento que pueda ayudarnos a entender esta desaparición inquietante”, ha dicho Avon. En esta segunda fase de la investigación se estudian las líneas telefónicas y el rastro de los vehículos que han podido pasar por la zona. Se han recibido 1.200 llamadas relacionadas con la búsqueda del niño.
El periódico La Provenza dice que los investigadores apuestan por la pista de un accidente con algún tipo de vehículo, un coche o un tractor.
Le Vernet se hizo tristemente conocido porque fue donde se estrelló en 2015 un avión de Germanwings con 150 pasajeros a bordo, la mayoría españoles y alemanes, que cubría el trayecto Barcelona-Düsserdorf. El accidente fue provocado intencionadamente por el copiloto.
