El sábado 18 de marzo, desde las 20, se agolparán emociones fuertes en la inauguración de “Impresiones de Edith. Figuras entre flores y paisajes”, una retrospectiva sobre la obra de la virtuosa artista plástica venadense Edith Druetta de Muñoz (1936-2018).

Edith Druetta de Muñoz, siempre vigente, y ahora con su legado artístico.

Con la organización de la escritora Mónica Muñoz -hija de Edith- y otros familiares cercanos, y la curaduría de la licenciada en Crítica de Artes (Universidad Nacional de las Artes de Buenos Aires), Rose Marie Guarino, la exposición de una veintena de obras -óleos en su mayoría- se montará en Andén, el espacio cultural terapéutico ubicado en 2 de Abril 777, con acceso libre y gratuito.

La propia Mónica, en diálogo con Sur24, tras admitir su honda emoción en la antesala de este homenaje que reconstruye en otra dimensión la imagen de su amada madre, recordó que “Edith pintó toda la vida, pero recién a sus 35 años se inició en una formación académica más rigurosa, en la Academia Pedro Pablo Rubens”, que durante tantos años dirigió Ethna Pacotti de Caramella.

La escritora Mónica Muñoz -hija de Edith- es la principal impulsora de la retrospectiva pictórica curada por Rose Marie Guarino.

Además de las pinturas de la celebrada autora, en Andén se presentarán algunas instalaciones ideadas a partir de objetos de la familia y un video que incluye el informe curatorial en el que Guarino, con conceptos muy didácticos, hace un recorrido de la obra propiamente dicha y de su continente, todo ello con temas musicales que ambientarán la exposición. También se anuncian invitados especiales que se manifestarán en el acto inaugural.

Cabe acotar como detalle significativo que, si bien Edith exponía con frecuencia en muestras generales, “la mayoría de su obra siempre permaneció cautiva y ahora será liberada para todos los que deseen contemplarla”, graficó Mónica, siempre dispuesta a jugar con las palabras.

Otra particularidad es que la muestra comenzó a gestarse en vida de Edith, pero una y otra vez, un suceso fortuito se interponía y la postergaba. Más adelante, Mónica, junto con su padre, reasumieron el desafío, hasta que la pandemia se cruzó de pronto con sus razones de fuerza mayor.

Ya en 2022, tiempos de pospandemia, Mónica y su amiga Rose Marie Guarino acuerdan que, ahora sí, había llegado el momento de dar a luz la exposición. El siguiente paso fue lograr la aprobación del proyecto por parte de los mentores de Andén y Nexo, quienes exhibieron la mejor predisposición para cobijarla. Y enseguida se sumaron Adelqui Pompei en fotografía; en el montaje y diseños lo hicieron Javier Capobianco -de espacio Nexo- y Agustín Vera Candioti; y Taiel Ferreyra en la tarea de impresión.

Marinos y campestres

La homenajeada solía identificar su obra con el naturalismo, pero la curadora, tras su agudo análisis, descubre hoy muchos datos del impresionismo, que se reflejan en la mayoría de sus cuadros. “Mamá tenía preferencia por los paisajes marinos y también los campestres, abarcando arboledas, flores y frutos. También incursionó en el género de naturaleza muerta, la mayoría de las veces en lápiz, con resultados muy bellos”, aseguró la directora de la revista cultural Alas de Gaviota -desde 2019 en versión digital-, satisfecha por haberlas rescatado, una tras otra, para su exposición y preservación.

La inmensidad del mar, desde la perspectiva de Edith, fue arte de tapa de la edición N° 6 de “Alas de Gaviota”

Sobre Pompei -uno de los nietos de Edith-, contó la poetisa que “la alta calidad digital de su material fotográfico permitió a Rose Marie descubrir ciertos detalles sobre las muchas capas de trabajo de pintura que Edith usaba hasta componer a su gusto el fondo, o el rasgo, o la figura, o el cuerpo. Y todo esto me recuerda, por ejemplo, cuando yo misma la observaba en sus largas horas ante el atril, quién sabe en qué búsqueda, o cuando nuestro querido Roberto Alfaro elogiaba tanto esos fondos, a través de la superposición de capas y pinceladas que lograban figuras de potencia inaudita, aun cuando se tratara de un mar calmo o de la paz de las llanuras”.

Mónica Muñoz -autora de “La voz íntima”- también compartió otros aspectos de la vida de su madre, como su pasado de modista de alta costura y bordadora, desconocidos para la mayoría. “Ella, en todos sus emprendimientos, no sólo en el arte plástico, actuaba siempre en busca de una estética y, además, una estética muy femenina. Amaba el rosa dior, los pintores franceses y la moda francesa en general”, describió. “Creo que hoy, la distancia física desde su partida y este trabajo preparatorio de la muestra de su obra de arte me llevaron a encontrarme con otra mamá, porque sus creaciones hablan más por ella que lo que ella misma hablaba”, redondeó.

Biografía

Edith C. Druetta de Muñoz (1936-2018) nació en Venado Tuerto, donde estudió Dibujo y Pintura en la Academia “Pedro Pablo Rubens”, a cargo de la profesora Ethna Pacotti de Caramella.

Participó en varias exposiciones colectivas e individuales en la provincia de Santa Fe.

Siempre dentro de la Esmeralda del Sur, impartió clases de Dibujo y Pintura en la Biblioteca Alberdi; también conformó el núcleo fundador del espacio Nuclearte, en el que se desempeñó como tesorera, y dentro del área de Artes Visuales.

En 2004, la imagen de su pintura “Hojas de Otoño” fue portada de la revista N° 11 de Juglaria, Artes y Letras (edición extraordinaria dedicada al II Encuentro Nacional de Poetas en Venado Tuerto), en tanto que en 2010 se eligió una de sus marinas como arte de tapa de la revista Alas de Gaviota (N° 6). Ambas obras forman parte de la exposición “Impresiones de Edith. Figuras entre flores y paisajes”.