Una premisa de especial relevancia
El agua no tiene color político
Ambos ex funcionarios provinciales refrescan en esta columna la saga de acontecimientos que derivaron en la foto de "los cuatro gobernadores" por el sistema de acueductos Santa Fe-Córdoba.
Por Antonio Ciancio (*) y Mariano Panichelli (*)
La semana pasada, los santafesinos y santafesinas tuvimos la oportunidad de ser escenario en nuestra provincia, más precisamente en Coronda, de una foto que debiera ser normal en la escena política local y regional. Sin embargo, tuvo una especial repercusión: fue la imagen de los gobernadores de Santa Fe y de Córdoba, Omar Perotti y Juan Schiaretti -acompañados por sus respectivos sucesores, Maximiliano Pullaro y Martín Llaryora-, firmando el contrato de adjudicación del primer tramo del acueducto que llevará agua desde el río Paraná hacia la provincia de Córdoba, para abastecer en su recorrido a localidades del oeste santafesino y del este cordobés.
Para darle aún más valor a la foto lograda en Coronda, que en la figura de los gobernadores en funciones y sus sucesores destaca la importancia del sostenimiento de las políticas de Estado -algo tan mencionado como poco practicado en nuestro país-, es importante y necesario hacer un poco de historia, ir hacia 2007.
Ese año, ni bien asumió la gobernación Hermes Binner, pusimos en marcha la ejecución del llamado Sistema Provincial de Acueductos. Se trataba de un proyecto de enorme envergadura, muy estudiado por los equipos técnicos que elaboraron los programas de gobierno del Frente Progresista desde el Centro de Estudios Municipales y Provinciales (más conocido como Cemupro), y que contaba entonces con algunas premisas que afortunadamente acompañaron el desarrollo de las acciones que llegaron hasta la foto de la semana pasada en Coronda.
Entre dichas premisas, cabe destacar las siguientes: el agua es un derecho humano de primer orden; el agua es un bien escaso a cuidar; la única fuente segura de aprovisionamiento es la del río Paraná; el agua del Paraná no solo debe aprovisionar a las provincias aledañas a él, sino que debe servir para quien la necesite de acuerdo a las factibilidades técnicas. Y una última, muy importante, por cierto, y de especial relevancia en nuestros días: El agua no tiene color político.
Fue a partir de aquellas premisas que desarrollamos en nuestra provincia, con equipos técnicos propios, el proyecto de una red de doce acueductos, algunos de los cuales ya se encuentran en servicio y con proyectos de ampliación, mientras que otros están en etapa de licitación o de factibilidad técnica. Se trata de obras de una envergadura tal que es prácticamente imposible ejecutarlas en una sola gestión, por eso es de vital importancia considerarlas como proyectos a mediano y largo plazo, al fin y al cabo, como políticas de estado, pues su impacto social es directamente proporcional a la complejidad de su etapa de proyecto y ejecución.
Las fuentes de financiamiento de estas obras de enorme envergadura fueron el tesoro provincial y los distintos créditos que a lo largo de los años y las diferentes gestiones, la provincia fue consiguiendo de los distintos países de la comunidad árabe. Las obras, los proyectos y las acciones que dieron como resultado la concreción del Sistema Provincial de Acueductos, fueron desarrollándose y sosteniéndose en las tres gestiones del Frente Progresista -Hermes Binner, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz- como así también en la del actual gobernador Perotti.
El acueducto a Córdoba
En función de los principios enumerados más arriba y en un trabajo conjunto con los equipos técnicos del Gobierno de Córdoba, se conformó durante la gestión de Binner una comisión de trabajo para abordar las distintas problemáticas del agua que podrían ser abordadas de manera conjunta entre ambas provincias: Inundaciones y Acueductos.
Producto de este trabajo conjunto, se firmó el 10 de noviembre de 2011 un convenio entre los entonces gobernadores Schiaretti y Binner para determinar la viabilidad del abastecimiento de agua para consumo humano utilizando como fuente el río Paraná. El 6 de diciembre del mismo año tuvo ingreso a la Legislatura Santafesina el mensaje N° 3969 para la aprobación por ley del mismo convenio.
A partir de allí, los equipos técnicos definieron la obra de toma en el río Coronda donde ya estaba ejecutada la Planta Potabilizadora del Acueducto Desvío Arijón que brinda agua a Santo Tomé, Desvío Arijón y Sauce Viejo. Desde el 2011 a la fecha, se trabajó sin pausa en las gestiones de Binner, Bonfatti y Lifschitz, y ahora el gobernador Perotti conjuntamente con las administraciones de Juan Manuel de la Sota y el propio Schiaretti.
Provincias distintas, representantes de partidos políticos distintos, son una muestra, en la Región Centro, de que cuando se privilegia el bien común se logran los acuerdos trascendentes y se consiguen los recursos económicos necesarios para llevarlos adelante. Pasaron más de quince años desde que nos pusimos en la tarea, es lo que tardan las grandes obras en concretarse cuando los recursos son limitados. Lo importante es la continuidad en el tiempo y en el caso de los acueductos siempre tuvimos presente lo que formulamos en aquellos años cuando los estudiamos: El agua no tiene color político.
En tiempos en que los argentinos estamos nuevamente a las puertas de elegir a quienes conducirán los destinos de un país que atraviesa dificultades y crisis de diversa índole en muchos casos producto de un sistema político que no puede ponerse de acuerdo en cuatro o cinco puntos básicos que se traduzcan en políticas de Estado a mediano y largo plazo, es de destacar el ejemplo de la implementación del Sistema Provincial de Acueductos en nuestra provincia, como un faro que ilumine los pasos a seguir para construir un país mejor.
(*) Ex ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente de la provincia de Santa Fe (2007-2015)
(**) Ex secretario de Comunicación Social de la provincia de Santa Fe (2011- 2015)