Crónica política
Entremeses de la política criolla
I
Javier Milei dijo que el papa Francisco es el personaje más importante de la historia argentina. Podría haber dicho que era el más importante del mundo o del planeta. Para el caso da lo mismo porque, más allá de la credibilidad de sus palabras, lo que resulta cierto es que Milei a hecho con el lenguaje todo lo que aconseja que no hay que hacer con la economía: lo ha devaluado, ha emitido irresponsablemente y le ha hecho perder valor de uso y valor de cambio. La novedad en este caso, es que a la hora de calificar en términos de excelencia mundial, o universal, el destinatario de los honores no fue él sino el papa, la misma persona que hasta hace un año era considerada por Milei como El Maligno. En este punto, Bergoglio corrió la misma suerte que Patricia Bullrich, quien transitó desde la condición de "Montonera asesina" a la de mejor Ministra de Seguridad del mundo o de la historia. En todas las circunstancias, lo que parece quedar claro es que la palabra de Milei no vale nada, está muy por debajo del peso argentino y su caudalosa y colérica emisión no hace más que desvalorizarla. Milei tal vez sea recordado en la historia por haber otorgado al lenguaje propiedades inflacionarias lo cual no deja de ser un hallazgo civilizatorio en un presidente cuyo prestigio se funda en la presunta capacidad para derrotar la inflación.
II
Mientras nos enteramos de los preparativos de los funerales del papa y las especulaciones algo truculentas sobre la elección del sucesor de Francisco, en la Argentina tomamos conocimiento de que en la provincia del Chaco salta otro escándalo que tiene como protagonista al peronismo, a sus habilidosos militantes nacionales y populares, diestros para sacarle plata hasta a las piedras. Hace algo más de un año hubo un crimen, un escándalo político y una familia dedicada a hacer negocios con la plata destinada a los movimientos sociales. Todos los protagonistas además de peronistas eran animosos funcionarios y militantes del ex gobernador Jorge Capitanich, alguna vez funcionario preferido por Cristina, tal vez porque el hombre dispone de todas y cada una de las condiciones que se reclaman para pertenecer a la causa: voracidad por el poder; voracidad por el dinero; voracidad por ejercicio autoritario del poder.
Puede interesarte
III
En el escándalo reciente lo que llama la atención es el talento de estos aguerridos compañeros para recrear siempre la misma estética, la que ya hemos disfrutado cuando el escenario era algún local de El Calafate o Río Gallegos, o en algún convento de monjas o en la ciudad de Buenos Aires con su célebre Rosadita. La puesta en escena es perfecta, cuidadosa de los detalles y de las mínimas variaciones: la mesa tendida, los fajos de billetes desparramados, los militantes contando, algunos de ellos tomando apuntes para conocer el monto definitivo del botín, y lo que nunca puede faltar en un culebrón kirchnerista: los bolsos (alguna vez, cuando el kirchnerismo decida fundar su propio escudo, el bolso será la imagen decisiva y excluyente del mismo). Las causas en las que los compañeros están enredados son siempre las mismas o muy parecidas: asociación ilícita, lavado de dinero, evasión de impuestos. En todos los casos hay empresas fantasmas, clanes familiares, conexiones con el poder político. Es más, es el poder político populista el que alienta y estimula estos hábitos mafiosos. La provincia del Chaco es en este sentido una calamidad. Del aluvión corrupto no se han salvado movimientos sociales, cooperativas, ONG, intendencias y universidades. Digamos que los compañeros nunca dieron puntada sin hilo. Y lo que tocan enlodan. Conviene insistir: son delincuentes, pero el ejercicio del delito lo realizan amparados y protegidos por el poder político. Se los puede reconocer por el rumboso estilo de vida. En una de las provincias más pobres del país, los compañeros se exhiben con autos de alta gama, mansiones ostentosas, viajes a los grandes centros turísticos del mundo, amantes caras. Como se dice en estos casos: de manual. Verdad 21 del peronismo.
IV
La semana que viene los argentinos sabremos si hay algunas novedades con el tema del denominado "Criptogate", un episodio que compromete la imagen pública de un gobierno que intenta presentarse como lo opuesto a la corrupción kirchnerista. En la misma semana sabremos qué ocurre con la ley de Ficha Limpia, una ley que a esta altura del partido está sometida a los avatares de las roscas políticas. Como bien sabemos, el primer efecto que provocaría la Ficha Limpia si llegara a aprobarse es dejar fuera de circulación política a Cristina, la política que, les guste o no a los peronistas, tiene más votos y es la que mejor los representa con prontuario incluido. La Ficha Limpia también sienta un precedente que preocupa a ciertos políticos a los que por instinto una ley que impone esas condiciones no les gusta, incluso aunque hasta el momento no hayan sido condenados ni de robar una bataraz en el gallinero de su vecina. Algunos de los promotores de esta ley también están dominados por algunos escrúpulos políticos. ¿Conviene o no dejarla a Cristina fuera de juego? ¿No es victimizarse, abrir juego a la clásica letanía del peronismo acerca de las proscripciones de sus bienamados dirigentes? ¿No sería mejor hacerse el distraído, mirar para otro lado, ganarle a Cristina en las urnas o, en todo caso, negociar con los peronistas la Ficha Limpia por alguna ley? Imposible conocer cómo funcionan estas truculencias de la política en las sombras o en los sótanos del poder.
V
Por último, las elecciones. En la ciudad de Buenos Aires hay motivos para suponer que los dirigentes de La Libertad Avanza y el PRO han privilegiado competir entre ellos sin preocuparse demasiado por la posible victoria del peronismo. Considerarán que como es una elección para cargos legislativos no tiene demasiada importancia en términos de poder que Leandro Santoro sea el dirigente que saque más votos. A juzgar por las declaraciones de los seguidores de Milei,lo más importante es ganarle al PRO, después se verá cómo ajustan cuentas con el peronismo. En provincia de Buenos Aires hay diferencias, pero en sus líneas generales se replica el cuadro. La Libertad Avanza está más interesada en ganarle al PRO que en ganarle al peronismo, e incluso, en perder frente al peronismo. Digamos que los muchachos están haciendo todo lo posible para que el peronismo se recupere. ¿Es necesario decirles que si el peronismo gana y se recupera a los primeros que va a intentar pasar por arriba será a los seguidores de Milei, y a los que en algún momento fueron seguidores de Mauricio Macri y ahora están decididos a pasarse con armas y bagajes al campamento de los amigos libertarios?