Elecciones 2023
La gran ausente del debate presidencial: la Política Exterior
"El gran tema ausente del debate ha sido la política exterior argentina y esta ausencia, aunque sepamos por fuera someramente lo que proponen, no deja claro hacia donde iríamos con cada candidato", subrayan los autores de la columna.
(Por Magín Ferrer y Cristian Riom) - La obligatoriedad del debate preelectoral para la elección presidencial a través de una ley ha sido un gran avance para nuestra sociedad. Contamos con una importante herramienta a la hora de definir el voto viendo contrastados los argumentos de uno y otro candidato, enfrentados cara a cara y transmitido en directo para todo el país. Más allá de los estudios sociales tendientes a demostrar la influencia o no de estos debates en los resultados finales de la elección, éstos se han convertidos en un derecho de todos los ciudadanos argentinos.
En estos últimos debates hemos visto las opiniones de los candidatos en temas tan importantes como economía, educación, trabajo, seguridad y medio ambiente y en todos los casos es saludable sentarse a analizar las distintas propuestas temáticas al respecto. Si bien los temas fueron "elegidos por la ciudadanía" se debería reconsiderar no dejar por fuera definiciones de extrema importancia para nuestro país.
El gran tema ausente del debate ha sido la política exterior argentina y esta ausencia, aunque sepamos por fuera someramente lo que proponen, no deja claro hacia donde iríamos con cada candidato y son esas definiciones hacia el exterior las que seguramente modificaran y/o condicionaran a la economía, el trabajo, el medio ambiente y la seguridad en los años venideros. Estamos en un mundo altamente interconectado e interdependiente y cada paso dado en una u otra dirección nos afecta al punto de dejarnos insertos o al margen.
En un mundo de polaridades crecientes vemos el ascendente rol de China, fundamentalmente económico, pero también político; la alta conflictividad en el espacio europeo y el incremento exponencial de la violencia en el conflicto entre Israel y Palestina son cuestiones marcadas que deberían ser tomadas con la seriedad necesaria. Las malas percepciones y las medidas fuera de tiempo ya nos han traído a nuestro país retrasos económicos, dificultades financieras e incluso dos atentados terroristas en suelo argentino.
Es por ello que nos preguntamos: ¿Qué definiciones tomarán en torno a nuestro primer y más grande espacio de integración económico comercial y principal destino de nuestras exportaciones como es el Mercosur? Seguramente el sueño de Raúl Alfonsín y José Sarney no ha llegado a los objetivos planteados al inicio, pero el camino… ¿Será mejorar y profundizar las relaciones intra-bloque o la disolución lisa y llana? ¿Qué pasará el 1 de enero de 2024, seremos parte de los Brics o no?, ¿Qué cuestiones positivas podríamos tener siendo parte y cuáles serían deseable evitar? ¿Argentina, debería formar parte de la construcción de una nueva infraestructura financiera mundial o solo proponer mejoras al estatus quo reinante? ¿Es Malvinas una causa nacional o hay sectores políticos que ponen en duda la cuestión? ¿Cómo se abordarán los reclamos argentinos? ¿Qué posición adoptaremos frente al conflicto Palestino-Israelí?
Dentro de la temática de nuestro artículo, estas preguntas nos generan aún más incertidumbre en otro gran tema ausente en este debate: la defensa nacional. Pero, también en clave de cuestionamiento nos formulamos las siguientes preguntas: ¿Hay intenciones concretas de recuperar las capacidades perdidas, cuales van a ser las prioridades, como van a lidiar con el veto inglés a la venta de material bélico? ¿Es una posibilidad real un acercamiento sectorial con China, India o incluso Rusia? ¿Cómo defenderemos nuestro litoral marítimo? ¿Cuál será la estrategia de frontera frente a la creciente amenaza del narcotráfico? ¿Construiremos una defensa compartida con los países del Mercosur? ¿Se incorporará tecnología a la defensa? Y un largo etcétera que excede la propuesta de nuestro artículo.
En definitiva, hay una gran cuestión central: ¿Podremos encontrar puntos en común entre todas las fuerzas políticas para el establecimiento de políticas de Estado reales? En tal sentido, una propuesta para próximos debates es la de tener la posibilidad de refrendar posturas compartidas por todos los sectores. Como podrán ver, son demasiadas preguntas sin respuestas, en un vacío que debería generar preocupación en empresarios y trabajadores por igual, en toda la ciudadanía, por la búsqueda colectiva del bienestar, el desarrollo económico sostenido y el anhelo de la paz social.