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Libre de deforestación, un certificado gratuito para productores santafesinos
La Unión Europea exigirá próximamente una "huella de deforestación" a quienes pretendan venderle carne bovina, cacao, café, aceite de palma, caucho, soja y madera. Santa Fe ya puso en funcionamiento un certificado automático para carne y cuero.
El avance normativo de regulaciones ambientales en países demandantes de materias primas y alimentos, principalmente la Unión Europea, modificó el paradigma de "premiar" a quienes realizan buenas prácticas para pasar a "aceptar" sólo los productos que cumplen tales requisitos. Dicho de otro modo: mientras antes se buscaba incentivar manejos sustentables con un plus en el precio de compra, ahora no sólo no habrá un valor diferencial sino que quien no certifique este requisito tampoco podrá vender su producción en esos mercados.
Esto es lo que determina el Reglamento 1115/23 del Parlamento Europeo, al establecer que desde diciembre de 2024 los países miembro del bloque no podrán comprar carne bovina, cacao, café, aceite de palma, caucho, soja y madera con "huella de deforestación"; o sea: que provenga de establecimientos que hubieran deforestado luego de diciembre de 2020.
Frente a esta amenaza, en la gestión provincial idearon la manera de brindar a los productores que cumplan tales requisitos una certificación que, por no implicar un premio económico, no les signifique un costo extra. En primer lugar regirá para carne bovina y cuero, pero con las herramientas disponibles podría también extenderse a la producción agrícola.
El Director de Bosques del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia, ingeniero agrónomo Fernando Aiello, explicó a Campolitoral que "dado que es un requerimiento para mantener abierto el mercado y no necesariamente va a generar un valor extra al productor", desde los ministerios de Producción y Ambiente se plantearon cómo implementar un sistema de certificación que sea gratuito para los productores.
Proceso virtuoso
El funcionario relató que comenzaron a trabajar hace unos años, hasta realizar una prueba piloto en 2022 junto a organizaciones como Vida Silvestre y WWF (sigla en inglés de Fondo Mundial para la Naturaleza). La experiencia se realizó "sobre algo más de 300.000 hectáreas de campos proveedores de frigoríficos exportadores; y vimos que había muchos que cumplen los supuestos de libre de deforestación".
A partir de entonces, decidieron sistematizar el mecanismo para llevarlo a toda la provincia. Así surgió la opción de cruzar información satelital con las partidas inmobiliarias rurales. "Tenemos un período dentro del cual podemos asignar a cada partida inmobiliaria este atributo sin ningún costo ni gestión extra para el productor", afirmó Aiello.
En tal sentido, precisó que desde principios de julio funciona un programa interministerial denominado "Santa Fe, proceso verificado", del que participan las carteras de Gobierno, Ambiente y Cambio Climático y Producción, Ciencia y Tecnología. "Tenemos este programa y podemos emitir certificados; de hecho ya los venimos haciendo para algunos embarques de carne y de cuero", confirmó.
"Lo interesante es que al correr este atributo para todas las partidas inmobiliarias de la provincia, estamos pensando y tratando de articular para cederlo a otros productos como la soja, que también se podría hacer de modo gratuito", añadió el funcionario.
Al respecto, comentó que la administración provincial dispone de "un catastro muy bien actualizado", con el límite de las partidas inmobiliarias. Así como un mapa de bosques con muy buena resolución; y otras herramientas remotas como el sistema de alerta temprana de deforestación nacional.
"Superponiendo toda esa información remota, también alguna información sobre áreas quemadas, podemos acceder a un atributo de libre de deforestación, campos que no han infringido esa ley", dijo, en referencia a la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos.
Incluso precisó que, luego de los primeros procesamientos, se puede establecer "que sólo el 0.4% de las partidas de toda la provincia tiene algún grado de disturbio que podríamos considerar deforestación".
Mecanismos de prevención
Aiello también sostuvo que trabajan en el diseño de mecanismos para que quienes hayan incumplido igual puedan incorporarse, "por ejemplo con un plan de restauración ambiental u otro mecanismo; la idea es que todos queden incluidos".
Ocurre que, desde la sanción de la normativa nacional y el monitoreo satelital, se han dado muchos casos de productores que realizan tareas de mantenimiento, como limpieza de alambrados o control del renoval, que derivan en apercibimientos o sanciones.
Para evitar esos incovenientes, el funcionario explicó que los productores cuentan con herramientas. "En la medida que tengan que hacer intervenciones en los bosques, deben solicitar los permisos adecuados, como un plan de manejo o permisos menores para limpieza de alambrados, picadas, bordes de caminos", dijo. Y aseguró que, con ese trámite hecho, que incluso implican el asesoramiento de un técnico que los acompañe, "cuando nosotros recibimos ese alerta temprana de deforestación, pero ese productor previamente hizo esa solicitud y está enmarcado en la ley, se desestima automáticamente esa supuesta deforestación".
Tan es así, que "muchos de estos alertas, los productores ni se enteran que llegaron; porque como ya tienen un plan de manejo ni siquiera se emite la notificación".
Provincia pionera
Sobre el funcionamiento del certificado "libre de deforestación" para carne y cuero, sostuvo que "es automático". Se genera cuando la industria está por recibir una jaula de un determinado Renspa (más adelante podrá ser también para una carga de granos), consulta a la provincia sobre el status ambiental de esa carga y en base a eso se analiza el origen de esas cabezas. Luego se verifica si proviene o no de un campo con o sin deforestación.
"Hay que capitalizar todo el esfuerzo que ya hacen los productores, cediendo información a distintos sistemas", subrayó.
Aiello también reflexionó sobre el cambio de paradigma, por el cual ya no se premia con un beneficio económico sino que sólo se habilita el comercio. "Se convirtió en un requisito, una regla; como para en un semáforo en rojo, nadie te va a pagar por eso", comparó.
De todas formas, consideró que es probable que surjan otros estímulos para quienes cumplen la norma. "Estamos investigando qué otros incentivos puede haber para quienes cumplen la norma, que no necesariamente va en precio del kilo de carne; pueden ser otras cuestiones vinculadas a financiamientos o tasas bonificadas".
Finalmente, remarcó: "somos la primer provincia que está abordando esto", motivo por el cual el Senasa encontró en Santa Fe una pionera para incentivar a otras.