Soja y maíz sufrieron más de lo esperado
Ola de calor: las últimas lluvias no alcanzaron para recuperar el rinde perdido
Febrero dejó en la región 147 mm, dentro de la media de los últimos 30 años. Pero el daño por el estrés térmico de enero fue irreversible.
Con un promedio de lluvias de 147 mm, febrero llevó alivio a los cultivos afectados por la ola de calor. No alcanzó para reponer los potenciales de rinde de inicios de campaña, indicó el informe semanal de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En el mes de febrero, la región núcleo acumuló un promedio de 147 mm, alcanzando la media de lluvias del mes de los últimos 30 años. Los promedios para la región oscilan entre 100 y 150 mm (de oeste a este). El centro sur de Santa Fe y el este de Córdoba fueron las zonas con los mayores milimetrajes, superando 150 mm. Según datos de la Red de estaciones Meteorológicas de la BCR: Montes de Oca registró 266 mm; Pozo del Molle, 241 mm y Carlos Pellegrini 243 mm. Noetinger marcó 192 mm y Colonia Almada, 191 mm. El norte bonaerense logró superar los 100 mm. Los mayores acumulados se registraron en Lincoln con 172 mm; General Pinto con 161 mm y Baradero, 150 mm. Solo un sector del sur de Santa Fe quedó por debajo de los 100 mm: Rufino acumuló 98 mm y María Teresa, 90 mm.
Sin embargo, a pesar de la recuperación de los cultivos tras las lluvias de febrero, no se pudo recobrar el rinde perdido por la intensa ola de calor que azotó a la región hacia fines de enero y principios de febrero. Hubo una mejora en la condición de la soja de primera en la última semana: subieron 15 p.p. los lotes entre excelentes y muy buenas condiciones, totalizando 75%; hay 22% de lotes en buenas condiciones, pero sigue habiendo un 3% de lotes en condiciones regulares.
Se percibe una mejora en las condiciones de soja de segunda, con un 40% de los lotes entre excelentes y muy buenos. Hay un 50% en buenas condiciones y un 10% regulares. El rinde promedio de la soja en la región está estimado en 36 qq/ha.
En cuanto al maíz tardío, hay lotes en que las lluvias cayeron unos días antes de floración, por lo que se ven en mejores condiciones. En otros, las precipitaciones llegaron tarde y se empiezan a ver espigas muy afectadas con falta de granos por mala fecundación. Los maíces tempranos pudieron sortear la ola de calor, ya que se encontraban en la última etapa de llenado de granos y las lluvias permitieron completar esa etapa. Se empiezan a ver los primeros lotes cosechados en la región.