Productores muestran su descontento
Enojo de ganaderos por disparada de los precios de las vacunas
Con alzas de más del 400%, la campaña de vacunación arrancó con serios cuestionamientos de los productores, que denuncian ser esclavos de un mercado cautivo. Desde CRA admiten la necesidad de seguir vacunando, pero con mayores beneficios comerciales.
(Por Federico Aguer) - Según el economista Ernesto O'Connor (CRA), la campaña de vacunación es un tema polémico, sobre todo en un contexto de acomodamiento de los precios relativos a partir de las políticas del gobierno nacional. "Es un oligopolio, en el caso de la producción de la vacuna, con una fijación del precio en un contexto muy complejo, donde la expectativa del tipo de cambio era más alta. Cualquiera podía creer que el dólar iba a subir más y hoy estamos en abril con un dólar bajando. Hay un acomodamiento y un desacomodamiento de los precios relativos, que incluye el precio de la vacuna".
El economista reconoce que sucedió algo similar con los precios de los alimentos en el supermercado, que sufrieron un brusco aumento en enero "y ahora se dibujan rebajas de precios con promociones porque no hay ventas". Además, explica que ahora el precio de la vacuna quedó desfasado con respecto de la realidad, porque quedó más alto de lo que podría haber quedado. "Si uno toma los $1.400 que los laboratorios le cobran a las fundaciones, en la comparación con marzo del año pasado, da una suba del 400% anual, y es superior a cualquier indicador que se le compare. Un precio más adecuado debiera haber sido $ 1.100 al productor".
Falta de competitividad
O'Connor asegura que los precios han quedado por encima de la inflación, y en un escenario de suba de costos, Argentina está quedando caro en dólares, no solo para los productores agropecuarios. "Los insumos están muy caros, y eso arma un problema de rentabilidad".
A nivel histórico, resaltó que en los años previos, el precio estuvo más alineado con los indicadores (como el precio del novillo), pero que este año se suma la suba de costos, la necesaria normalización de los precios de los combustibles, "que es necesaria pero muy abrupta", junto con la suba de los insumos importados que pagan impuesto país.
"Estamos en un contexto de subas de impuestos y tasas; hasta antes de esta coyuntura los precios siempre fueron sostenidos, pero este escenario de precios tan drásticos genera todo este desacomoda que impacta en la rentabilidad de los productores".
"Sigamos vacunando"
Por su parte, Martín Rapetti, coordinador de la Comisión de Ganadería de CRA, remarcó que, en primer lugar, la entidad está convencida de seguir vacunando. "Estamos convencidos del resultado de las vacunas y no renunciamos por ahora a seguir vacunando, en la misma postura que Paraguay y Uruguay. Si bien Brasil viene dejando, es porque le aseguraban que sus tres vecinos del sur lo seguían haciendo". Y opinó que "la prueba está en el Covid, que se solucionó con la vacuna, así también como la gripe, el dengue, la encefalo, etc. por eso somos pro-vacunas".
En lo respectivo al precio, reconoció que se han armado algunas discusiones porque el productor tiene dificultades en el tema económico, luego que la zona de cría fuera la más golpeada por la sequía.
"El parámetro del precio del ternero no sé si es el mejor, ya que, si el ternero se va a 4 dólares, la vacuna no sé si podría subir en la misma medida", opinó.
Por otro lado, analizó que acá hay dos laboratorios "que hacen una vacuna que es muy buena". Uno tiene el 80 % del mercado y el otro el 20. "La importación está abierta, pero la vacuna que se fabrica afuera no tiene la misma característica que la que usamos nosotros. Hoy se puede importar, pero las valencias no son las mismas (son bivalentes y las nuestras son tetravalentes). Por eso decimos que se revea la posibilidad de adaptar nuestras vacunas para abaratar los costos". Tener mayor competencia atenuaría los costos".
Finalmente, adelantó que el próximo miércoles tendrán reunión de Comisión y de Consejo, de la que saldrá alguna postura oficial de la institución al respecto, "pero la primera conclusión es no dejar de vacunar, y la segunda, buscar alternativas comerciales para abaratar los costos de la vacuna a los productores".