Estudio de Coninagro
Se empantanó la lechería en plena sequía
Un análisis del sector cooperativo muestra que la actividad está en crisis desde julio de 2022. Se observa que la variación de los precios al tambo es menor a la variación de la inflación en términos interanuales. En relación a los costos, han crecido a lo largo de 2023 por encima de los precios recibidos por los tamberos.
Desde el Área de Economía de Coninagro analizaron la situación de la lechería, en base a la evolución de un modelo representativo de un tambo cooperativo (2500 litros diarios de la cuenca Santa Fe-Córdoba), mientras que las variables de precios, producción, stock y mercados se siguen las variables nacionales. "Esta actividad tiene rojo en su caracterización desde julio de 2022 a la actualidad, siendo una actividad con ciclos específicos, agravados por el clima y los mercados locales e internacionales", advirtieron.
Se observa que la variación de los precios al tambo (promedio SIGLEA - sept $118,36) es menor a la variación de la inflación (+113% vs +138,3%) en términos interanuales. Por ello, este punto está en rojo. A su vez, si se observa la distribución por cuenca y composición, el análisis se complejiza (reflejando mejor la realidad); sin embargo, muestra conclusiones similares. En relación a los costos, han crecido a lo largo de 2023 por encima de los precios, pero en forma dispar de acuerdo al modelo de alimentación, el impacto de la sequía, la escala y la zona.
Aunque suele seguirse un solo modelo para el análisis, en esta campaña se hizo necesario considerar variables adicionales. Los tambos más pequeños tienen costos por litro producido mayor a aquellos de mayor escala, y las cuencas con mayor disponibilidad de pasturas tienen también costos más reducidos. La gama de costos, sin considerar la sequía de los tambos cooperativos, se encuentran ubicados en el óvalo naranja punteado (entre 115 y 135 pesos). Para agregar el costo de la sequía, se toma la referencia del OCLA-INTA que estima $24 pesos más para captar este efecto en el mes de septiembre. Con ello, se observa lo lejos que se encuentran los precios promedio de cubrir los costos de producción.
Algunas estrategias de supervivencia de los tambos ante esta situación son la descapitalización y la venta de hacienda, lo que resulta un punto urgente e impostergable para resolver.
Estas dos consideraciones validan un rojo en el pilar micro: el negocio del tambo se está achicando. Por el lado del stock de vacas en ordeñe y número de tambos, el análisis requiere de mayor la actualización de los datos del Senasa. Sin embargo, es interesante analizar la producción, que muestra un volumen similar a nivel nacional (con leve reducción en los últimos dos meses), pese a la clara situación desfavorable mencionada.
Esto agrava la situación, a nivel tambo. Por ello, el segundo pilar se encuentra en rojo. La producción mayor no es un signo de expansión de la actividad, sino una respuesta a la crisis por la sequía.
Finalmente, se monitorea el mercado de exportación, las importaciones (ambos dos en valores) y el volumen de consumo interno en litros equivalentes per cápita. Estos últimos muestran un claro estancamiento, no contribuyendo a una mejora en la situación de la actividad.
"Si le preguntamos a un tambero cooperativo, el semáforo no debería estar en rojo, sino más aún, en un bordó oscuro, o una categoría superior", indicaron desde Coninagro.