Figura polémica
Sevim Dağdelen: una voz disidente en el parlamento alemán
La diputada alemana, de 48 años y familia kurda, es una activa militante contra la OTAN, a la que culpa de llevar a Europa a seguir los intereses de Estados Unidos, tanto en Ucrania como en otros conflictos. También ha defendido a Julian Assange y ha enfurecido al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por su defensa de las reivindicaciones kurdas y armenias.
Por Ignacio Andrés Amarillo
"Señor Friedrich Merz, ahora quiere suministrar misiles de crucero Taurus a Ucrania. Me pregunto: ¿Está usted realmente loco? ¿De verdad cree que puede forzar un punto de inflexión en una guerra imposible de ganar contra la potencia nuclear rusa, con un arma milagrosa alemana? ¿Se ha preguntado alguna vez por qué Estados Unidos no suministra a Ucrania misiles de crucero que puedan alcanzar las principales ciudades rusas? Con estos misiles de crucero Taurus, Ucrania podría atacar objetivos estratégicos en Rusia y avanzar más a la escalada, advierte el ex general de más alto rango de la OTAN, Harald Kujat. ¿Y cómo cree que reaccionarán en Rusia, señor Merz, después de 27 millones de víctimas a manos de la Alemania nazi, si Alemania suministra ahora armas que pueden utilizarse para disparar contra Moscú? Su arma milagrosa para Ucrania, señor Merz, no es más que un nuevo nivel de escalada y una monstruosa amenaza para nuestra seguridad".
Así se dirigía Sevim Dağdelen, miembro del Deutsche Bundestag (Parlamento Federal Alemán) por Renania del Norte-Westfalia, en representación de la alianza Bündnis Sahra Wagenknecht-Razón y Justicia, al presidente de la Unión Demócrata Cristiana. Es que esta hija de inmigrantes kurdos, de 48 años, ex integrante de Die Linke (La Izquierda), que desde octubre de 2023 acompaña a la economista y publicista Sahra Wagenknecht en su nuevo proyecto, hace tiempo que viene diciendo algunas de las cosas que los parlamentarios alemanes no quieren escuchar.
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En el centro de debates y conflictos
Dağdelen, hija de padres kurdos-alevíes, creció en Duisburg-Bruckhausen junto a cinco hermanos. Su compromiso con la política se manifestó temprano en su vida, y en 1997 completó su Abitur en una escuela secundaria en Duisburg. Posteriormente, inició sus estudios de Derecho en la Universidad de Marburg y la Universidad de Adelaida, aunque abandonó los mismos para embarcarse en su carrera política. Su entrada en la arena política se consolidó al unirse al partido La Izquierda, convirtiéndose en miembro del consejo del partido a nivel regional en Renania del Norte-Westfalia y de la agencia federal de estudiantes de 1996 a 1998. Desde 2005 representa a esta región en el Bundestag alemán, siendo reelegida en las elecciones federales de 2021.
Uno de los momentos más destacados de su carrera fue su participación en la cena de Estado con Angela Merkel en la Casa Blanca en junio de 2011. Además, en 2012, mostró solidaridad con Julian Assange durante su visita a la Embajada de Ecuador en el Reino Unido. Conocida por su apoyo a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), continúa siendo una figura polémica en la política alemana. Su posición crítica hacia la política exterior alemana y su participación en eventos controversiales, como mostrar la bandera de las YPG en el Bundestag, la han situado en el centro de debates y conflictos.
Su más reciente cambio de afiliación política, uniendo fuerzas con Sahra Wagenknecht en el nuevo partido Bündnis Sahra Wagenknecht, ha generado un interés adicional en su figura. La conferencia de prensa del 23 de octubre de 2023 marcó el anuncio oficial de esta transición, que incluyó a varios diputados abandonando La Izquierda para unirse al nuevo partido. En dicha conferencia, Dağdelen expresó sus razones para unirse al nuevo partido, destacando la necesidad de un enfoque político más coherente y alineado con sus principios.
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Polémicas intervenciones
Su posición en asuntos internacionales ha generado controversia, especialmente en relación con Ucrania y Rusia. En 2014, tras la destitución de Víktor Yanúkovich en el Euromaidán ucraniano, afirmó: "Creo que es muy preocupante no tener relaciones claras con este nuevo Gobierno. Por eso decimos que estamos en contra de cualquier ayuda, ayuda financiera a este nuevo Gobierno ucraniano, hasta que no quede claro este asunto de los asesinatos. Estamos muy preocupados en cuanto a estos nuevos informes. Tal vez algunos manifestantes o miembros de las fuerzas de seguridad han sido asesinados por las fuerzas de este nuevo Gobierno".
En 2022, Dağdelen expresó su preocupación por la invasión rusa y abogó por un estatus neutral para Ucrania. Posteriormente, criticó a los medios alemanes por difundir, según ella, "fantasmas del servicio de inteligencia estadounidense". Tras el comienzo de las hostilidades, fue cofirmante de una declaración que atribuía una significativa responsabilidad a Estados Unidos. En abril de 2022, elogió a los manifestantes alemanes que se oponían a un aumento del gasto militar alemán y describió como una "locura" entregar armas militares a Ucrania.
Otro aspecto que ha marcado su carrera política es su postura en relación con Turquía. En 2016, Dağdelen exigió la prohibición de entrada al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, luego de recibir amenazas de muerte por haber votado a favor del reconocimiento del genocidio armenio. Dağdelen afirmó: "Cualquiera que desde Turquía haga llamamientos a la violencia contra los miembros del Parlamento alemán debe recibir una prohibición de entrada en Alemania. Esto incluye al presidente Erdogan".
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Contra la OTAN
Dağdelen es una intensa militante contra la Organización del Tratado del Atlántico Norte. En una sesión parlamentaria en julio de 2023 (todavía dentro de La Izquierda), sostuvo que cuando se habla de la OTAN suelen propagarse tres mitos. El primero es que se trata de una alianza defensiva. "¿No fue la OTAN la que atacó a Yugoslavia en una guerra que violó el derecho internacional, bombardeando emisoras de televisión civiles y la embajada china en el proceso? ¿No fue la OTAN la que llevó a cabo la guerra en Afganistán durante veinte años con cientos de miles de civiles muertos y muchos crímenes de guerra?", expresó.
El segundo mito, calificado por la funcionaria de "mentira históricamente descarada", es que la OTAN es una alianza de democracias y países con Estado de derecho. Señaló que solo hay que recordar que durante su existencia, la alianza ha tenido un miembro con un "régimen fascista", refiriéndose a Portugal. Desde 1932 hasta 1968, el país estuvo bajo la dictadura del primer ministro António de Oliveira Salazar, que llevó "brutales guerras coloniales" enviando tropas a las colonias portuguesas en África: Angola, Guinea-Bisáu y Mozambique. "Cuatro millones y medio de personas murieron solo en los últimos veinte años como consecuencia de las guerras de Estados Unidos y sus aliados (...) ¿Así son la democracia y el Estado de Derecho en Estados Unidos?".
Según sus palabras, el tercer mito es que la Alianza Atlántica defiende los derechos humanos. Dagdelen recordó que "el campo de tortura de Guantánamo", el polémico centro de detención en la base naval estadounidense ubicada en la cubana bahía de Guantánamo, sigue funcionando, así como que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, podría enfrentar hasta 175 años de prisión por haber hecho públicos las atrocidades cometidas por las tropas estadounidenses en las guerras de Irak y Afganistán. "La verdad es que quien es miembro de la OTAN participa en una alianza bélica que tiene como objetivo la expansión y pisotea el derecho internacional y los derechos humanos", declaró, señalando que quien es miembro de la OTAN "pierde su soberanía democrática" ya que se encuentra bajo el dominio de "la hegemonía estadounidense que le impone sus intereses".
Añadió que los miembros del bloque militar también "sacrifican la seguridad social de su población a través de la política de rearme masivo", en referencia al acuerdo entre los países de la OTAN de gastar anualmente al menos un 2 % de su PBI en defensa y las iniciativas del Gobierno alemán de destinar miles de millones de euros para reforzar las fuerzas de la Bundeswehr. "Uno de cada cinco niños en nuestro país es pobre, pero el presupuesto militar alemán crece y crece. Eso es una vergüenza. Y por eso ya es hora de disolver este parque militar. (...) También es hora de que Estados Unidos retire por fin sus tropas y también sus armas nucleares de Alemania. ¡Necesitamos paz en vez de la OTAN!", concluyó.