Vienen con retraso
Sur santafesino: las lluvias llegarán, pero a partir de noviembre
Si bien se esperaba una primavera lluviosa, hasta ahora no se da en el sur santafesino. Los pronósticos trasladan a noviembre el comienzo de mayores precipitaciones.
Después de la sequía que comenzó en 2020, se aguardaba por lluvias a partir del 21 de septiembre. Los meteorólogos, desde hace meses, venían anunciando que en la primavera se iba a revertir el panorama hídrico en el sur de Santa Fe y en el resto de la provincia. No obstante, a casi un mes de la llegada de la estación de las flores no se han producido precipitaciones abundantes. La gran cantidad de agua se hace esperar y arribaría a partir de noviembre, para extenderse en diciembre, enero y febrero.
Así lo afirma Jorge Giometti, titular del Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático SAT ubicado en Granadero Baigorria: “Desde febrero, nosotros marcamos la afectación por la cuestión de El Niño (tiempo más lluvioso y húmedo en América del Sur) en nuestra región”. El experto señaló que empezó a darse en otras áreas de Sudamérica: “Comenzó en la región de Misiones, este de Formosa, sureste de Paraguay, sur de Brasil y parte de Corrientes. Es algo progresivo”. En relación al sur santafesino, comentó: “Todavía estamos con déficit de precipitaciones, que se van a seguir dando en este mes”.
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En relación a las lluvias de los últimos dos meses, dijo que terminó agosto con un 5% de las precipitaciones esperadas en la provincia de Santa Fe y, septiembre con un 15%. Giometti señaló que octubre también será deficitario. “Paulatinamente a partir de noviembre, y desde diciembre y hasta febrero estaremos con una afectación de moderada a fuerte”. Este fenómeno de El Niño está provocado por un calentamiento de 2,5º arriba de la media en la temperatura del agua del océano Pacífico Ecuatorial.
Con respecto al cambio de La Niña (período de sequía) a su opuesto, el meteorólogo consignó: “Es gradual y paulatino. Tenemos el anticiclón Santa Elena, en el (océano) Atlántico. El Atlántico está frío. Por eso tampoco tenemos tanto aporte de humedad”.
El crecimiento del caudal del río Iguazú en Brasil (que corre de este a oeste por los estados brasileños de Paraná y Santa Catarina) es parte de este cambio a un período más húmedo. Este afluente alimenta hídricamente al río Paraná, cauce que crecerá en altura. “Para la próxima semana seguimos con precipitaciones y tormentas en esa región (brasileña)”. En relación al Paraná, Jorge Giometti comentó: “Si bien el río estaba con niveles bajos, nos llevará a niveles de normales a altos”. Vaticinó que probablemente no haya problemas de inundaciones, pero sí de anegamiento en campos bajos y algunas ciudades sin capacidad de recibir milimetrajes altos en períodos cortos de tiempo.
Uno de los inviernos más cálidos, pero no el más
El invierno de 2023 fue uno de los más cálidos en la historia de Rosario y de la provincia en general. Sin embargo, no fue el más caluroso del que haya evidencia. “De los registros que tenemos nosotros, fue uno de los inviernos más cálidos en los últimos 10 años. Fue todo parte de esta anomalía. De una Niña que tuvimos tres años consecutivos. Nos dejó déficit hídrico, altas temperaturas”, aseveró el hombre del SAT. “Dejó muchos problemas no sólo cuantificables como los económicos, sino también incuantificables como los daños a los ecosistemas. Tuvimos incendios muy fuertes en la zona del delta”, agregó.
En relación a la temperatura, afirmó que no se pueden dejar de lado las mediciones urbanas. “Mientras nos manejemos con las temperaturas en zonas deshabitadas y las transferimos a la ciudad estamos obviando el problema de la isla térmica (o isla de calor, fenómeno atmosférico que hace elevar el termómetro por la incidencia del cemento) que generan las grandes ciudades”.