No cierran las cuentas
Zona núcleo: los mayores rindes no alcanzarán para mejorar la rentabilidad agrícola
Si bien el clima mejoró, respecto del año pasado, y se espera una mayor productividad, las cotizaciones de los granos retrocedieron y la ecuación económica es peor para soja y maíz que en enero de 2023.
La mejora en la perspectiva de rendimientos en soja y maíz, gracias a un cambio radical en las condiciones ambientales y la disponibilidad de humedad, no sería suficiente para mejorar el negocio de los productores -respecto de un año atrás- a causa de menores precios para los granos.
A esa conclusión arribó un análisis técnico de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, según el cual el 20% de aumento estimado en la producción de maíz de primera no alcanzará para igualar la ecuación económica estimada de enero del 2023. Y una situación similar se da con la soja de primera, que aún con un plus climático y un 25% más de rinde, en campo propio seguiría debajo de enero 23 y sólo en caso de alquiler "da vuelta el partido y terminaría generando un ingreso extra" de 141 u$s/ha.
El año pasado, en enero de 2023, los precios reflejaban el impacto del conflicto entre Ucrania y Rusia, pero no pudieron ser capitalizados por la sequía. "Un año atrás, todo el maíz temprano estaba perdido y el 30% del rinde potencial del maíz tardío (que se consideraba el salvavidas de la campaña) se encontraba destrozado", comenta la GEA. Mientras que la soja de primera estaba igual de crítica: con 3 millones hectáreas en condiciones de regulares a malas, los rindes alcanzables rondaban los 15 qq/ha.
"Hoy en día la realidad de los cultivos es opuesta pero los números son más ajustados", indica el trabajo. La soja en campo propio muestra una ganancia neta de 380 u$s (con un rinde de 40 qq/ha) contra los 598 u$s/ha de la campaña pasada, es decir una diferencia de 218 u$s a favor del 2023. En campo alquilado la diferencia se achica a 57 u$s/ha.
En el caso del maíz de primera, la tendencia es la misma que la de la oleaginosa. En campo propio, el margen neto (para una productividad de 100 qq/ha) hoy es de 479 u$s/ha contra los 853 u$s de hace un año. En campo alquilado la diferencia también favorece a la campaña pasada con un margen 244 u$s/ha mayor.
Para el análisis, se trazaron dos posibles escenarios productivos: uno promedio y otro de alto potencial para la zona núcleo. Y la evaluación de los márgenes se hizo teniendo en cuenta un mismo planteo agronómico para estos dos casos hipotéticos.
"En maíz, los cálculos arrojan una mejora en los márgenes de más de 200 u$s/ha cuando los rindes pasan de 100 a 120 qq/ha (la tendencia es la misma tanto en campo propio como en alquilado). En soja, una mejora en los rindes de 40 a 50 qq/ha conlleva una mejora en la renta neta de 185 u$s/ha y 198 u$s/ha en campo propio y alquilado respectivamente", detalla.
Lamentablemente, la conclusión es que el 20% de aumento en producción por clima en maíz de 1ra no compensarían los resultados promedios valorizados a enero del 2023. Para campo propio el margen seguiría estando por debajo en 163 u$S/ha, y en 40 u$s/ha. Para el caso de la soja de 1ra, aún con un plus climático y un 25% más de rinde, en campo propio seguiría debajo de enero 23 en 33 u$S/ha. Solo en caso de alquiler da vuelta el partido y terminaría generando un ingreso extra de 141 u$s/ha.